Para justificar sus acciones, este gobierno ha estado titulando muchos de sus anuncios publicitarios como si su objetivo fuera la “paz social”. ¿Qué ciudadano puede estar en contra de la “paz social”? ¡Ninguno! A menos que estas palabras sean usadas como un simple lema publicitario.
El gobierno que nos prometieron dista muchísimo del que se ha dado, con falta de liderazgo, aunado a acciones de corrupción y sinvergüenzura para enriquecer a unos pocos, a la vez que se burlan de un pueblo necesitado. Esto es lo que ha provocado un hastío generalizado y una peligrosa rabia colectiva.
Algunas de las provocaciones del gobierno de Cortizo que estamos viviendo: 5,000 botellas nuevas, con sueldos de miles de dólares, para comprar convencionales y votantes y una dedicación completa para empujar la candidatura del vicepresidente de la República, que además es el ministro más cuestionado y comprobadamente inepto (los últimos días en que estuvo “encargado” comprueban con hechos su incompetencia y total falta de liderazgo frente a una crisis social creada por su propio gobierno).
Tenemos una Asamblea “puchuncha” con los fondos del Estado para burlarse de sus electores, gastando para nombrar a sus familiares que ganan decenas de miles de dólares como botellas para beneficiar a su “rectora” preferida en Chiriquí, quien a pesar de lo que está sucediendo, se da el tupé de celebrar su cumpleaños con una parranda, copiando el ejemplo que dieron los diputados días antes, cuando celebraron con whisky de $400 la botella (licor que confieso no sabía que existía).
Hace pocos meses, los sectores empresariales liderizaron las primeras protestas de calle, con el objetivo de generar suficiente apoyo para lograr que el gobierno cambiara el rumbo, pero estas no “pegaron” porque el nivel de hastío aún no estaba a los niveles necesarios. El gobierno
El gobierno ignoró y siguió robándole al país sin asco, hasta que la protesta ciudadana se empoderó, se magnificó y se les prendió el rancho con todos los peligros y riesgos que ésto conlleva para todos.
ignoró y siguió robándole al país sin asco, hasta que la protesta ciudadana se empoderó, se magnificó y se les prendió el rancho con todos los peligros y riesgos que esto conlleva para todos.
Hasta ahora, la protesta del claro y general poder ciudadano ha sido pacífica, pero no se puede confiar con que esto continúe así si el gobierno no comprende que este es un “¡basta ya!” y que requiere mucho más que “otra mesa”. Requiere una autocrítica para reconocer sus errores y acción rectificadora radical e inmediata antes de llegar a la mesa, para crear la credibilidad mínima necesaria para una conversación eficaz.
El presidente ha anunciado ciertas medidas en dos ocasiones, sin resultado alguno. Debe ahora tomar la batuta y ejecutar acciones creíbles e inmediatas. Es su responsabilidad decidir cuáles tomar, para evitar lo que yo, como ciudadano, siento es un ambiente que puede conducir a un paro general de todo el aparato productivo del país, en el peor de los momentos para la nación.
Como ciudadano, sugiero algunas medidas que considero vitales.
1) Eliminar el estado de emergencia, ¡de inmediato!
2) Golpe de timón con cambios en el Gabinete, sacando a los más cuestionados, por más amigos que sean.
3) Suspender el impuesto del combustible y anunciar ya la baja de los precios que dicen posible la próxima semana.
4) Eliminar las más de 5 mil botellas nombradas en los últimos 90 días.
5) Abrir el mercado medicinal como lo hizo Costa Rica –inmediatamente–, lo que bajará radicalmente los precios de las medicinas.
6) Cambiar el Fondo de Ahorro hacia un Fondo Soberano de todos los panameños, con nombre y cédula de cada uno. Devolverle al Fondo los $750 millones que le deben por ley e iniciar así el proyecto del Fondo Soberano, que culminará con la eliminación de la pobreza.
7) Asignar el 100% de las utilidades del Canal a la educación, vía un nuevo ente ejecutor. Por ejemplo, el “Consejo Nacional de Educación”, con debida representación de los gremios, para corregir radicalmente el hecho horrible de que nuestro sistema de educación pública siga siendo una “fábrica de desigualdad”.
Habrá que agregar las muchas ideas adicionales que propongan otros ciudadanos.
Usted tiene la palabra , señor presidente. ¡Está jugándose su legado! Confiamos que usted tendrá la posibilidad de sacarnos de la crisis social en que nos ha metido su propio gobierno. La reunión con el arzobispo como mediador es una esperanza. ¡El poder ciudadano -del que todos somos parte - así lo espera!
P.D.: Presidente, lo acabo de escuchar en la Ciudad del Saber. Lástima: usted simplemente no ha entendido el porqué de la indignación y rabia del poder ciudadano en la calle.
El autor es presidente fundador del diario La Prensa.
