La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en un proyecto conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), publicó recientemente un extenso y detallado estudio sobre la gobernanza pública en América Latina y el Caribe (ALC), titulado Panorama de las Administraciones Públicas: América Latina y el Caribe 2024.
Este informe ofrece datos actualizados sobre el desempeño de las administraciones públicas en la región de ALC y los compara con los países miembros de la OCDE, que suman 34. [OECD (2024), Panorama de las Administraciones Públicas: América Latina y el Caribe 2024, OECD Publishing, París, https://doi.org/10.1787/Of191dcb-es. Traducido por el BID, 2024.]
Según este estudio, “los gobiernos deben reforzar las competencias”. Además, señala que esto es fundamental en materia de gobernanza para lograr un crecimiento sostenible e inclusivo y que las “buenas prácticas en el reclutamiento” pueden facilitar que la fuerza laboral del sector público se adapte a un entorno de cambios constantes.
El estudio revela que, de los 15 países de ALC encuestados, 7 emplean campañas de comunicación para atraer a empleados cualificados, mientras que solo 4 ofrecen oportunidades de crecimiento profesional o acceso a programas de aprendizaje y desarrollo.
Se subraya que, para implementar reformas y establecer prioridades con legitimidad, se necesita un nivel adecuado de confianza en las instituciones. La falta de confianza puede comprometer la eficacia de las políticas e iniciativas públicas, mientras que un mayor nivel de confianza en el gobierno facilita el consenso y la acción colectiva, así como el apoyo a reformas políticas que implican sacrificios a corto plazo (OCDE, 2022; citado en OECD 2024).
El estudio señala que “la confianza en las instituciones públicas puede mejorar la viabilidad y la eficacia de las políticas…” y destaca que la desconfianza de los ciudadanos en sus gobiernos a menudo proviene de la percepción de que estos no abordan eficazmente la desigualdad y que las instituciones públicas carecen de las competencias o los valores necesarios para mejorar los estándares de vida. (Keefer y Scartascini, 2022; citado en OCDE 2024).
Se añade que esta falta de confianza también puede resultar en un menor cumplimiento de las políticas por parte de la población y una menor disposición a cooperar con iniciativas gubernamentales destinadas a reducir la desigualdad (Keefer y Scartascini, 2022; citado en OCDE 2024).
Asimismo, se enfatiza que la confianza en las instituciones públicas democráticas es un concepto multidimensional impulsado por dos componentes complementarios que los gobiernos pueden abordar: la competencia y los valores.
Los servicios públicos, como hospitales, escuelas y tribunales, influyen en la vida de muchas personas y representan puntos de interacción entre la ciudadanía y el gobierno. La satisfacción con estos servicios es un indicador ampliamente utilizado para medir el desempeño del sector público desde la perspectiva del ciudadano o usuario. [OECD (2024), Panorama de las Administraciones Públicas: América Latina y el Caribe 2024, OECD Publishing, París, https://doi.org/10.1787/Of191dcb-es.]
La eficiencia operativa de las instituciones públicas en Panamá podría mejorar y fortalecer el compromiso y desarrollo profesional de los servidores públicos si el país logra institucionalizar (mediante ley) el “Modelo de Gestión del Talento Humano por Competencias”. Otros países de la región, como República Dominicana, Colombia y Chile, y en Europa, España, Suecia y Reino Unido, ya han implementado este modelo y cuentan con una administración pública moderna y profesionalizada.
El autor es abogado y profesor de Gerencia Pública. Facultad de Administración Pública, Universidad de Panamá.