Érase el final de la temporada de 2004 y, en resumen, los Yankees de Nueva York habían terminado de líderes en la División Este de la Liga Americana con 101 ganados y 61 perdidos. En la División Central, habían llegado en primer lugar los Mellizos de Minnesota, y en la División Oeste, los Ángeles de Anaheim, con un récord idéntico: ambos con 92 ganados y 70 perdidos. Los Medias Rojas de Boston entraron en la competencia de postemporada con una modesta clasificación como “Wild Card”, pero con una robusta marca de 98 ganados y 64 perdidos. En las Series Divisionales, los Yankees derrotaron a los Mellizos de Minnesota, y los Medias Rojas no tuvieron piedad con los de Anaheim.
Una vez definidos estos resultados, se enfrentarían los eternos rivales Yankees y Medias Rojas para decidir, en una serie de siete juegos, al equipo que representaría a la Liga Americana.
Igualmente, los Cardenales de Saint Louis y los Astros de Houston se disputarían la Serie de Campeonato, también a siete juegos, para decidir el equipo que representaría la Liga Nacional en la Serie Mundial, que se acercaba con muchas expectativas para los seguidores de los cuatro equipos.
Los Cardenales dispusieron de los Astros en seis juegos en la Liga Nacional, pero en la Liga Americana, los Yankees iniciaron con gran ímpetu, lo que los hacía parecer que arrasarían a sus rivales bostonianos sin ninguna dificultad, ganando los primeros tres juegos: el primero 10-7, el segundo 3-1 y el tercero 19-8. Luego de estos tres resultados, y especialmente el marcador del tercer juego, los seguidores de Boston, así como la prensa y la televisión, daban por terminadas las aspiraciones de los Medias Rojas. Con la serie 3-0, Boston ganó el cuarto juego 6-4, el quinto 5-4, el sexto 4-2 y el séptimo 10-3, para lograr una espectacular recuperación y ganar la serie de campeonato. Esta proeza no la ha hecho ningún equipo en el deporte profesional de los Estados Unidos, hasta que los Medias Rojas lo hicieron contra sus rivales que, a no dudarlo, pelearon hasta el final, con hidalguía y decisión.
Bronson Arroyo, Keith Foulke, Byung Hyun Kim, Derek Lowe, Pedro Martínez, Curt Schilling, Tim Wakefield, Mike Timlin, Jason Varitek, Nomar Garcíaparra, Manny Ramírez, David Ortiz, Dave Roberts, entre otros, fueron los jugadores que se vistieron de héroes con el equipo de Boston, rompiendo la “maldición del Bambino”, ganando la serie de campeonato después de estar 0-3 contra los Yankees y ganar la Serie Mundial por primera vez en 86 años. Vale la pena destacar la impresionante actuación del lanzador Curt Schilling, quien, a pesar de una seria lesión en su tobillo derecho, que sangraba profusamente, logró ganar los juegos más importantes de la serie.
En esta forma, además, los Medias Rojas iniciaron una racha de triunfos en Series Mundiales que incluyen los años 2004, 2007, 2013 y 2018, que los convierte en los mayores ganadores del Clásico de Otoño en el Siglo XXI.

