Es poco probable que hayas escuchado sobre las luchas de los gunas que tuvieron lugar en Panamá durante el siglo XX. Estas comenzaron en febrero de 1925, con un acontecimiento trascendental e histórico que no podemos pasar por alto, pues es parte de nuestra rica historia nacional. La lucha del pueblo guna ha marcado un antes y un después, no solo para quienes se identifican con la etnia, sino también como inspiración para otros pueblos en la defensa de su territorio y cultura. En los últimos años, se han escrito artículos, libros y se han realizado foros, auspiciados por organizaciones privadas y gubernamentales a nivel nacional e internacional, con el objetivo de reflexionar sobre lo ocurrido en la comarca Guna Yala. Providencialmente, hoy se cumplen 100 años de este movimiento conocido como la “Revolución Dule de 1925”.
La Revolución de los gunas fue un conflicto significativo que estalló en la comarca Guna Yala, cuando se enfrentaron a la represión de la policía colonial por la lucha por su territorio, autonomía y las costumbres de su pueblo. Este levantamiento fue una respuesta al proceso violento de aculturación impuesto por el Gobierno de Panamá, bajo el mando del presidente Rodolfo Chiari, quien buscaba someter a este pueblo.
Un personaje preponderante y clave en la lucha del pueblo guna fue el saila Simral Colman, oriundo de una comunidad del sector de Cartí. Este destacado líder fue reconocido por Panamá como un prócer de la lucha indígena, debido a su contribución al respeto de los derechos humanos de los pueblos indígenas y a la separación de Panamá de Colombia, reconocido por la Asamblea Legislativa panameña en la Ley 41 de 2001, publicada en la Gaceta Oficial. Fue un líder nato, con amplios conocimientos de historia universal, de los virreinatos y de las conquistas españolas. Dominaba la vida de Jesucristo y otros saberes universales. Sin duda, su inteligencia y erudición lo hicieron adelantado a su tiempo.
Desde el inicio de nuestra vida republicana, los gunas se habían convertido en actores políticos en el ámbito nacional e internacional, junto a nombres como Nele Kantule, Charles Robinson y otros que serán recordados como hombres que contribuyeron notablemente al desarrollo social, administrativo, político y cultural de la comarca Guna Yala.
El Dr. Aiban Wagua (Q.E.P.D.), historiador guna, investigador, escritor y miembro honorario de la Academia Panameña de la Lengua, expone en su libro Así lo vi y así me lo contaron algunas de las causas del levantamiento de 1925: “Las causas del conflicto fueron diversas y extremas, incluyendo la represión de sus ceremonias, la imposición forzada de vestimenta occidental, encarcelamientos injustos, y la expropiación de tierras. Además, las gunas sufrieron abusos graves como violencia y asesinatos a manos de la policía. Este levantamiento no solo representó una lucha por la libertad y la identidad cultural, sino también un grito de resistencia”.
Concuerdo también con lo planteado por la antropóloga que realizó trabajos de campo con el pueblo guna, la Dra. Mónica Mauri, quien argumenta que “la nueva República no estaba dispuesta a tolerar otra pérdida de territorio y su soberanía, y menos por un grupo de indígenas”.
Recordemos que Panamá ya había cedido su territorio a perpetuidad a Estados Unidos, y pensar que eso ocurriera en las islas podría haber sido un gran problema. Sin embargo, el pueblo guna no doblegó sus rodillas ante distintas amenazas, sino que luchó por su territorio con mucha vehemencia. Como guna, me enorgullece la diplomacia que ejercieron nuestros líderes gunas ante los gobiernos, con el objetivo de preservar su identidad, lengua y costumbres, un legado que perdura hasta hoy.
La memoria colectiva es una herramienta de resistencia que permite aprender de los aciertos y errores de quienes nos precedieron. La revolución continúa: sigue vigente no solo para el pueblo guna y para el continente, sino para todos los pueblos originarios del mundo. ¡Dios bendiga nuestro país, nuestros pueblos y nuestro territorio!
El autor es educador y egresado del Laboratorio Latinoamericano de Acción Ciudadana (LLAC).