La verdad se entiende como algo que representa de manera precisa determinados aspectos de la realidad. No obstante, verdad y realidad son cosas diferentes, porque, no importa lo verídico que sea un informe de discusiones de un tema público como lo es la protección social a la salud y la vejez, nunca podrá representar la realidad en todos sus aspectos.
Hay que entender que la idea de un ahorro estatal ve la información como intento de representar la realidad. Es consciente de que hay informaciones que no representan la realidad, y que ciertos relatos se distorsionan en cada representación cayendo en «desinformación» o «información errónea».
La desinformación es una mentira deliberada que se produce cuando alguien pretende distorsionar conscientemente nuestra visión de realidad. La información errónea es una equivocación involuntaria que tiene lugar cuando alguien intenta representar la realidad, pero la entiende mal.
Por ejemplo, la expropiación del Hospital de Cancerología Adán Ríos por parte del Patronato del Instituto Oncológico Nacional, en búsqueda del bien común y disfrazado como “sistema único de salud” es “desinformación”. Quitando de encima las posibles inconstitucionalidades presentes, todo el personal de salud sabe que un sistema de cobertura universal de salud se financia con impuestos y no de manera exclusiva con la cuota obrero-patronal como se está ejecutando en la actualidad y piensan legalizar. ¿Cuándo y cuánto fue la última vez que el gobierno nacional pagó a la Caja de Seguro Social por el uso de los pacientes no asegurados de sus instalaciones?
En base a la defensa de la ética del mercado, y que «cada quien debe recibir lo que paga», se ha repetido incesantemente la “información errónea” de que volver al pilar solidario sería una «expropiación de ahorros». Esto es falso, ya que las pensiones no comparten los atributos privativos de la propiedad, por lo que no corresponde asimilarlas. Los ahorros de cuentas mixtas de la ley 51 de 2005 no son una forma de propiedad privada y nadie puede expropiar lo que nadie sabe que tiene. Los supuestos ahorros no se pueden usar como compraventa, permutación, donación, empeñar o usar como garantía. Los supuestos ahorros no son objetos de determinados actos de libre disposición.
La pensión es parte del patrimonio de la persona, pero no es una forma de propiedad; entre ambos existen diferencias notables que se manifiestan en su naturaleza jurídica en los actos que pueden realizarse con ellas, en el modo de su transferencia y en su titularidad. ¿Acaso puedo ir hoy al seguro social a retirar mis ahorros para completar la plata de la canasta básica?
La verdad en la democracia deliberativa panameña debe imperar y tiene el reto de integrar un tsunami de voces en la conversación pública sin destruir el orden social. Hay que brindar credibilidad al pueblo panameño para poder intentar exigir sacrificios y detener la narrativa de expropiaciones de ahorros. Hay que recordar que para la compra de costosos insumos quirúrgicos y medicamentos se usa el principio de solidaridad en búsqueda del bien común.
Lo que no puede pasar es que el ciudadano piense que estamos ante un régimen totalitario que ha decidido centralizar el flujo de información y reprimir la verdad con el fin de mantener el orden. Debemos evitar una explosión social y una lucha a muerte entre la tiranía de la minoría y la muchedumbre.
Denis Diderot decía: engullimos de un sorbo la mentira que nos adula y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga. Hagamos una democracia panameña viable, evitemos desinformar y usar información errónea en los discursos para el pueblo. Demostremos que tenemos una red de información distribuida que cuenta con mecanismos de autocorrección sólidos. La autonomía no es una consecuencia de la ineficacia del control gubernamental; es el ideal democrático.
El autor es cirujano sub especialista