Exclusivo Suscriptores

Las brechas del analfabetismo funcional

El 26 de septiembre de 1993, Arturo Uslar Pietri publicó un artículo en el periódico El Nacional, titulado “El analfabetismo funcional”. Las primeras líneas del texto son deprimentes: “Hace poco, las autoridades educacionales de Estados Unidos lanzaron una increíble e importante noticia sobre la que no se puede pasar a la ligera y que tiene mucha significación para el porvenir de nuestra civilización. La insólita noticia informaba escuetamente que la mitad de la población de Estados Unidos estaba compuesta de analfabetas funcionales”.

Han pasado 29 años desde que esta noticia alarmó al intelectual venezolano que falleció en el año 2001. Para el escritor, lo que estaba pasando en Estados Unidos era un problema sistemático que tenía que ver mucho con el avance tecnológico y que amenazaba la lectura y la escritura. Escribía el autor: “Hasta hace apenas un siglo, fuera de la palabra viva en la conversación directa, no había otro medio de comunicación que el de la escritura. Era por medio de ella que se podía acceder a la información en todos sus niveles, desde los sucesos cercanos y lejanos hasta la ciencia. El inmenso crecimiento de los medios audiovisuales ha cambiado y sigue cambiando velozmente esta situación”.

Uslar Pietri nos ofrece una definición de qué es un analfabeto funcional: “…es un ser que ha recibido en la escuela, la enseñanza normal de la lectura y la escritura pero que en su vida ordinaria la usa muy poco, la maneja insuficiente y torpemente y no depende de ella para lo esencial de su información y comunicación. Prácticamente no lee libros, es poco y limitado su acceso a los periódicos y experimenta dificultades insalvables para obtener por escrito un pensamiento o un concepto”.

Demetrio Fábrega me refirió el artículo de Uslar Pietri que leí con entusiasmo y preocupación, porque me ayudó a comprobar que las brechas de la sociedad, no solo de la educación, en todas sus esferas, tienen una relación estrecha con el tema del analfabetismo funcional. Fábrega, aunque no concordaba con todo el texto de Uslar Pietri, estaba convencido de que existía un verdadero ataque sistemático a la educación a nivel mundial y que esto era la causa de este desastre social que tiene muchos años operando.

Demetrio Fábrega llamó a este desastre la Verdummung. En alemán, la palabra Verdummung significa embrutecimiento. Ese embrutecimiento significa volver a todo el mundo estúpido. En Panamá, según Fábrega, se comenzaron a introducir reformas destructivas en la educación hace más de cuatro décadas. “Con la eliminación gradual de todo lo que pudiera contribuir a un desarrollo saludable de la facultad del lenguaje tanto en la niñez como en la primera adolescencia, que es cuando las neuronas están en la mente dispuestas a asimilar y asentar las estructuras lógicas necesarias para la expresión racional y su comprensión”. En las sociedades modernas donde se habla de derechos culturales, se ha estado eliminando a la ciudadanía el derecho de leer y escribir, gradualmente.

Los resultados del analfabetismo funcional son alarmantes. Millones de niños aprenden el alfabeto, pero no saben leer ni escribir. Pasan sucesivamente de la primaria a la secundaria hasta llegar a la universidad sin poder entender un libro serio, sin poder redactar un párrafo coherente con ideas o, si logran escribir una cuartilla, está plagada de errores que no permiten que se entienda lo que dice. Dice Fábrega en su ensayo El ocaso del hombre racional: “Recordemos que ninguna educación racional formal es posible sin un desarrollo satisfactorio de la facultad del lenguaje”.

Las brechas que deja en los niños cuando se gradúan de la primaria sin saber leer bien y sin saber escribir bien, no les permitirá ni siquiera comunicarse bien para sobrevivir en el futuro, porque a esa edad se le cierran las puertas de acceso al lenguaje. Las neurociencias han determinado a qué edad el cerebro del niño pierde la capacidad de aprender bien a leer y escribir. Cuando un niño o un joven carece de comprensión lectora y no sabe pensar ni escribir, se convierte automáticamente en un ser vulnerable.

Podemos encontrar fácilmente información en internet como: “Aquellos con analfabetismo funcional pueden ser sujetos de intimidación social, riesgos de salud, estrés, bajos salarios y otras dificultades relacionadas con su inhabilidad. La correlación entre el crimen y el analfabetismo funcional es un hecho bien conocido por criminalistas y sociólogos alrededor del mundo. En el año 2000, se estimó que el 60% de los adultos en prisiones estatales y federales en Estados Unidos sufrían de esta condición, y que el 85% de los criminales menores tenían problemas asociados con la lectura, escritura, y matemáticas básicas”.

Fábrega investigó que en Estados Unidos ahora hablaban de eso como “infantilización” del adolescente analfabeto funcional que no llega a ser mentalmente adulto o como “tribalismo” porque actúa como miembro de una tribu. Los sistemas verdummung están construyendo sociedades tribales. Sí, aludo aquí a la palabra tribu de manera peyorativa, pero sabemos que hasta las tribus viven organizadas; tal vez sea mejor compararla con la Edad Media, cuando leer estaba prohibido. La lectura es un derecho, pero no basta con enseñar a leer. De nada servirán los programas, planes y políticas de cultura si no se tiene conciencia de que las competencias lingüísticas son imprescindibles para el futuro y el verdadero desarrollo.

El autor es escritor


LAS MÁS LEÍDAS

  • Los combustibles bajarán de precio a partir de este viernes 12 de diciembre. Leer más
  • Gobierno anuncia acuerdo sobre salario mínimo: así quedarán algunas tasas por regiones. Leer más
  • Naviferias 2025: el IMA anuncia horarios y lugares del 15 al 19 de diciembre. Leer más
  • Jubilados y pensionados: así será el pago del bono navideño y permanente. Leer más
  • Embajador de Estados Unidos toma el desayuno chino con la diputada Patsy Lee. Leer más
  • Contraloría inicia auditoría a fondos que transfirió el MEF a gobiernos locales en el gobierno de Mulino. Leer más
  • Estados Unidos incluye a Ramón Carretero Napolitano en la Lista Clinton. Leer más