El escenario político está a la vista. Los candidatos a puestos públicos, ya sea de los partidos tradicionales o los independientes, afilan sus discursos donde la palabra oral y escrita es una de las armas más efectivas para ofertar sus propuestas a través de los diferentes medios de comunicación.
Es por eso que la lectura crítica es vital para leer entre líneas. Voy a ayudarme de Daniel Cassany con esta definición de la lectura: “... leer es comprender. Para comprender es necesario desarrollar varias destrezas mentales o procesos cognitivos: anticipar lo que dirá un escrito, aportar nuestros conocimientos previos, hacer hipótesis y verificadas, elaborar inferencias para comprender lo que sólo se sugiere, construir un significado, etc”.
A este conjunto de destrezas le llamamos alfabetización funcional, porque tiene la capacidad de comprender el significado de un texto. Por el contrario, un analfabeto funcional es quien no puede comprender la prosa escrita, aunque pueda oralizarla en voz alta.
Cassany defiende que una formación sólida en lectura crítica contribuye a formar ciudadanos más respetuosos, autónomos y dialogantes para una democracia más madura y justa, porque al saber leer y escribir bien, las personas “interactuamos en sociedad y ejercemos nuestros derechos democráticos, nuestras obligaciones laborales, nuestra actividad diaria en un entorno letrado”.
El lector crítico, dice Cassany, asume que hay varias interpretaciones posibles y dialoga con diferentes lectores para construir interpretaciones sociales, representativas del valor que una comunidad de lectores diversos otorga a un escrito. Afirma: “... el lector crítico es consciente de que puede entender un texto sin creérselo, discutiendo el contenido o el punto de vista del texto y manteniendo otras posturas ideológicas”.
¿Y en nuestra escuela? Algunos docentes se esfuerzan en trabajar con una taxonomía que comprende el uso de inferencias, comparaciones, causas y efectos, retención de hechos y fantasía, pero la mayoría aún apela a elaborar cuestionarios, a verificar la comprensión con preguntas prediseñadas. No hay tareas centradas en la ideología o que fomenten la interpretación individual o el diálogo. Nos seguimos centrando en la comprensión literal y la inferencial, solamente. Se cae en un error cuando evitamos que la lectura trascienda temas sociales relacionados con el poder o la ideología.
Por último, un par de consejos.
Existen métodos sencillos de verificar si una información es fake news (noticia falsa). Se puede confirmar la fuente, puede ser el sitio web de donde viene, su objetivo, que desde el título se puede percibir si hay una intención política; se puede verificar al autor, si es una autoridad confiable o es un Juan de los Palotes. Las fuentes deben poder ser avaladas por datos veraces y pertinentes.
Hay noticias viejas o tomadas de otros contextos que se usan para retocar hechos reales. Cuando leemos un mensaje debemos estar seguros si no es una broma (meme), el uso de la alegoría, la hipérbole, la sátira, la ironía y el sarcasmo suelen predominar.
Hay que considerar nuestro sesgo personal a la hora de leer, porque nuestra cultura, ideología o religión pueden influenciar nuestra opinión. No nos dejemos cohibir por la vergüenza; cuando tengamos dudas, preguntemos a una autoridad en el tema o consultemos con un diccionario especializado.
Podemos hacernos preguntas básicas: los hechos, ¿se sostienen con la realidad? ¿Qué hay en la información que se pueda verificar como nombres, lugares, documentos? ¿Se puede confiar en la fuente? ¿Quién está involucrado? ¿Una figura pública respetada o desprestigiada? Quien genera la información, ¿es moral y éticamente confiable? ¿Quién es el editor del contenido? La información, ¿es relevante o es una tendencia que apela al morbo? ¿Quiénes son los prosumidores detrás (editores, creadores, intermediarios, agregadores o curadores) de la información? ¿Cuál es el contexto o escenario? ¿A qué audiencia va dirigido? El léxico y gramática, ¿están cuidados? La disposición y construcción del mensaje, ¿es pobre o enriquece?
Cassany nos da los elementos de la lectura crítica:
• Dialoga, busca interpretaciones sociales (negociadas, integradoras).
• Se lee de manera diferente en cada situación (según el texto, el género, etc.).
• Énfasis en la ideología; se busca la intención, el punto de vista, el ejercicio del poder.
• Atención a lo implícito, lo escondido.
• Se buscan varias fuentes, se contrasta.
• Las citas son interesadas; son voces que se incorporan (y hay otras que se silencian).
• Comprender y estar de acuerdo (con la ideología) son cosas diferentes.
En la medida en que tengamos conciencia de la importancia que tiene la lectura crítica en estos tiempos maquillados de mentiras, seremos verdaderos ciudadanos. No existe una forma única de leer. Leemos de forma multimodal y diversa. En la red, leer es todavía más activo y complejo, dice Cassany. No solo somos lectores. Somos, con más frecuencia de lo que creemos, navegantes que aportamos, participamos, opinamos, conectamos, criticamos, construimos y condenamos.
El autor es escritor

