Nuestro Panamá es un país joven que va haciendo su camino al andar. Nuestra historia es una de crisis e impulsos. Cada crisis tiene grandes costos y dolores, pero éstos producen hábitos nuevos e impulsos positivos que van armando una más sólida y positiva historia democrática.
Por nuestra edad hemos tenido el privilegio de experimentar muchas crisis mayores con profundos dolores pero también con los consecuentes impulsos positivos. Por el limitado espacio describiré solo dos:
1) El 9 de enero, 1964, fecha en que una muchachada del Instituto Nacional marchó con su tricolor y se adentró en la zona del Canal intentando hacer cumplir el mandato del presidente de Estados Unidos en cuanto a que nuestra bandera ondeara al lado de la norteamericana.
Nuestros muchachos fueron atacados por “zonians” que les rasgaron la bandera. No habían llegado a la avenida 4 de julio (hoy Ave. de los Mártires) cuando ya el pueblo en masa había salido a protestar. Salió el ejército norteamericano a defender a tiros “la Zona”, murió Ascanio Arosemena, muchos otros panameños y hubo gran cantidad de heridos.
En un acto de dignidad sin precedente en el mundo, nuestro presidente - Roberto F. Chiari – rompió relaciones diplomáticas con Estados Unidos, el poder mundial, y la Cámara de Comercio que presidíamos en esos momentos, estuvo allí junto a él, apoyándolo.
La economía se paralizó, casi se agotaron los dólares en el Banco Nacional. Crisis total. Pero todos los panameños éramos uno solo. Esos muchachos del Instituto Nacional cambiaron la historia. Resultado de la Crisis: el Canal de Panamá pasó a ser panameño, recobramos 100% de nuestro territorio y nuestra economía recibió un enorme impulso positivo.
2) Crisis bajo la narcodictadura de Manuel Antonio Noriega y su final. Posterior a la muerte de Omar Torrijos pasamos por varios golpes y contragolpes entre militares; terminamos en manos de Noriega, instrumento de la CIA y con amplias relaciones con las mafias de la droga. Cuando algún traficante no le pagaba a Noriega su “peaje” por Panamá, lo denunciaba ante la DEA, recibiendo felicitaciones y apoyo por su nivel de “capturas”. Bajo las narices de la CIA y la DEA convirtió a Panamá en la primera narco-dictadura del mundo. La ciudadanía creó la Cruzada Civilista y el país se volvió ingobernable. La economía se paralizó, hubo hasta cierre bancario. Noriega provocó una invasión a nuestro país, se produjo una terrible destrucción de vidas y edificaciones y el “Macho” de las Fuerzas de Defensas, huyó. Noriega no emitió ni una sola orden militar; y al final se entregó al ejército norteamericano, aterrorizado por la masa de ciudadanos que rodeó la Nunciatura, lugar donde se escondió.
Ante la destrucción, las aseguradoras se negaron a pagar un solo reclamo, entrando el país en una enorme crisis económica y social. Los economistas pronosticaban que tomaría 15 años para que la economía del país volviera al punto pre-crisis; a los 9 meses la economía estaba volando.
El lado positivo fue que Panamá volvió a la democracia y se convirtió en el 2º país desmilitarizado y neutral de América Latina.
Pasamos por varios gobiernos corruptos donde la política se convirtió en licencia para robar a manos llenas, y se fue deteriorando la democracia al no resolver ninguno de los problemas de la sociedad.
Iniciado el proceso electoral los favoritos a ganar eran los ladrones y corruptos mayores.
Ahora, en cuatro días, pasando el primero, segundo y tercer debate, firma en la Contraloría, Presidencia y publicado en Gaceta Oficial, se aprueba un oprobioso contrato minero que previamente había sido declarado inconstitucional. Ésta fue la gota que derramó el vaso y, positivamente, ¡sorpresa!
La juventud salió masivamente a la calle ejerciendo su joven poder ciudadano – raíz del sistema democrático de gobierno - rompiendo todas los tradiciones. Más de 30 días contínuos de protesta masiva -incluyendo fines de semana y bajo lluvia con una sola bandera: la tricolor nacional.
Resultado: se logró que se aprobara una ley de moratoria de todas las concesiones mineras a cielo abierto, y la sentencia (por segunda vez) de la inconstitucionalidad (25 artículos) del contrato -ley de la minera First Quantum.
Sufrimos una dolorosa crisis de 30 días a un costo social y económico brutal, pero el resultado - positivo – es que
a) El país estará libre de la minería a cielo abierto (a pesar de sus costos) con sus consiguientes atractivos internacionales
b) Hubo resurgimiento del poder ciudadano, fuente primaria de la democracia y veedor para asegurar gobiernos transparentes, en esencia salvando nuestro sistema democrático de gobierno.
c) Para las próximas elecciones y como consecuencia de la crisis, mi opinión sobre lo electoral es que: se enterraron electoralmente el PRD, Ricardo Martinelli y Suntracs (éste último, al haber pasado a anunciar la “lucha de clases, y “toma del Gobierno”). Roux quedó enterrado con la Minera. O sea, que se auto-eliminaron todos los candidatos que constituían peligro para la democracia y quedaron dos opciones claras: Ricardo Lombana, y Martín Torrijos. Ninguno de los dos constituye peligro para la democracia.
En conclusión: la crisis – como todas las anteriores – tendrá un alto costo económico, pero nos quedará un mejor país con su Democracia fuerte y activa además de una Política saneada, preparada para - como siempre - un nuevo y eficaz impulso económico. ¡Ése es nuestro Panamá, nuestra Tierra!
El autor es presidente fundador del diario La Prensa

