La jubilación o la pensión por retiro es el fin de una vida activa laboral, pero si tienes salud y condiciones para extenderte, existe la opción de quedarte más tiempo, cosa que no todos desean hacer. Sin embargo, tenemos una población de trabajadores que se ven casi obligados a seguir, por razones económicas, básicamente, y otros, por motivos distintos o personales.
Lo ideal sería, si quisieras permanecer laborando, puedas realizarte un examen de salud y conocer tus condiciones físicas y aptitudes mentales, al igual, que se realiza cuando ingresas por primera vez, aunque hay lugares que no se hacen las pruebas de pre ingreso y mucho menos las de permanencia, a excepción de algunas profesiones, que no son muchas. Esto puede hacer una diferencia que justifique la salida o mantenerse trabajando.
Sobre este tema en particular quiero exponer varios puntos a consideración, como espacio de reflexión e intentar presentar algunos elementos que ayuden analizar estos estigmas en estos sectores de la población.
Si alguien tiene un negocio y lo ha manejado por varias décadas de forma exitosa, si cuenta con salud suficiente para seguir, difícilmente alguien lo va a cuestionar sobre retirarse, a menos que exista una peculiaridad por sus características que pongan en peligro su salud o tenga un riesgo visible. De hecho, existen personas por encima de la edad de jubilación que continúan trabajando. Conocí un conductor de transporte colectivo de 8 décadas y no lo aparentaba, así como existen varios artistas que todavía realizan espectáculos de primera y nadie les pregunta de su retiro como a Rubén Blades, Óscar De León y otros músicos, entre otros. La lista de personas que se mantienen trabajando es bien larga y otros se retiran solo para dedicarle más tiempo a su familia, pero con la energía y disposición de seguir.
Sería valioso interrogar a las personas, los motivos que se mantienen después que se jubilan y observamos, una gran tasa, lo hace por razones económicas, que implican otros aspectos profundos de nuestra sociedad. Hace años, pregunte a diferentes compañeros, cuáles eran sus motivos y busqué la forma de entender sus razones, encontrando respuestas, que justificaban estar trabajando. Es cierto que la edad, hace que ciertas capacidades físicas y psicológicas queden limitadas, pero no es una regla de oro para todos y a veces la experiencia puedes ser una ganancia. Lo irónico, que hay muchos centros de trabajos que si muchos se retiran, la empresa o institución no tienen la forma de suplantarlos y señalan algunos conocedores, que ciertas generaciones no están dispuestos a brindar el esfuerzo que los más “viejos” estuvieron dispuestos a realizar, quizás por aspectos de cultura y crianza. ¿Esto influirá en los centros de trabajo?
La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) revelo hace poco que en 2 años se retiraban casi 2 mil puestos y se les hará difícil buscar la cantidad suficiente para sus reemplazos y hay muchas empresas que les pasará igual. Ese cliché que los jubilados le quitan el empleo a los jóvenes no es cierto y muchos lo repiten como una gran verdad.
La edad de retiro puede ser un parámetro que no siempre se cumple a cabalidad y las universidades son los mejores testigos. Existen ocupaciones que no tienen muchos relevos y pueden crearse paquetes como alternativas para continuar en esos casos, como medio tiempo o por servicios profesionales. Otro aspecto influyente, que antes de los años 70 nuestros padres y abuelos, trabajaron con salarios bajos, donde no existía un sistema de escalafón salarial, como hoy día encontramos en varias instituciones y, por décadas, muchos cobraron con los sueldos congelados en la privada y en la pública.
Antes los años de servicios, la formación académica o logros obtenidos, no se tomaban en cuenta para dar aumentos de salario y se llegaba a la edad de jubilación, con una acumulación de cuotas bajas que ahora no alcanza para nada y por eso muchos se quedan, por las deudas y préstamos que tomaron. Debe ser un tema de revisión para legislar.
El sistema de pensiones cuenta con distintos problemas, como la falta de pago de las cuotas que las empresas descontaron y no los llego a depositar a la CSS, siendo un delito grave, pero nunca terminan saldadas por los que se quedaron con el dinero de las pensiones, manejo de los fondos que se desconocen sus destinos, las deudas millonarias que se quedan por años sin pagar y sin cumplir con los compromisos. Todos esos problemas han perjudicado y dejando perdidas que no se han subsanado y los pensionados quedan perjudicados y sin un sistema de actualización de los costos de vida.
Si algunos creen que las soluciones es jubilar a todos los que tengan la edad para retirarse, nos parece, que debe pasar por una revisión de los casos y buscar otras opciones que no estén siendo politizadas. Muchos quieren y pueden trabajar y otros casos sí los ameritan, pero realicen los estudios pertinentes de forma objetiva.
El autor es magister en salud pública.