Muchos son los mitos alrededor de la obesidad, pero lo que es claro es que está asociada al 50% de las muertes en nuestro país y es la causa de gran cantidad de discapacidad física y, por lo tanto, de la disminución de la calidad de vida de la población.
¿Por qué está aumentando si el ser humano es el mismo desde hace mucho tiempo? ¿Qué ha cambiado a través del tiempo?
Estas son preguntas que nos hacemos en reuniones sociales y cuyas respuestas, aunque sencillas, son difíciles de aceptar y, peor aún, de tomar una decisión definitiva para revertir esta tendencia.
Sin duda, lo que ha cambiado es el estilo de vida. Por un lado, una vida más sedentaria gracias a mejores transportes, telecomunicaciones que facilitan las transacciones, videojuegos que inundan nuestros hogares e “hipnotizan” a nuestros hijos. Por otro lado, adaptamos nuestras costumbres a las exigencias de la sociedad. Por ejemplo, en vez de comer en casa lo hacemos en el trabajo, muchas veces comidas altamente procesadas y con alto contenido calórico. Expuestos al “bombardeo” publicitario de comidas que inducen la activación de nuestras glándulas salivares, pero que además tienen alto contenido calórico a base de grasas y carbohidratos.
Han aparecido, a través del tiempo, muchas estrategias para perder peso, pero con poco éxito la mayoría.
Las dietas restrictivas (aquellas en las que se eliminan algunas comidas) solo sirven mientras se hacen, por ello su bajo éxito a mediano plazo (3% en un año). Ni hablar de las “bebidas o batidos milagrosos”. No son recomendados a largo plazo porque difícilmente son sostenibles.
Las medicinas pueden causar muchos efectos secundarios (sobre todo diarrea), lo que hace difícil su mantenimiento a largo plazo, por tanto, su éxito es muy bajo.
Las cirugías tienen mayor éxito, a largo plazo, que los métodos anteriores, porque son restrictivas, malabsortivas o ambas, pero también con costosa disminución de la calidad de vida.
Sin duda, lo mejor a largo plazo es el cambio en el estilo de vida, comer de todo, pero menos cantidad. Empiece a servirse en platos más pequeños (sírvase de todo), en todas las comidas sírvase frutas y vegetales, empiece a hacer ejercicios al menos cuatro días a la semana. Esto es sostenible y seguro conseguirá éxito si lo mantiene.
El autor es ministro de Salud