Nuestro compromiso inquebrantable: informar



Desde su nacimiento en 1980, en medio de una brutal dictadura que sofocaba la libertad de expresión y violaba los derechos humanos más fundamentales, La Prensa ha mantenido un compromiso inquebrantable con su misión: informar. Desde esa primera edición que desafió el silencio impuesto por el régimen, nuestra razón de ser ha sido, y seguirá siendo, arrojar luz donde el poder desea oscuridad, exigir rendición de cuentas a quienes ostentan el mando y proporcionar a los ciudadanos las herramientas necesarias para ejercer su derecho a saber.

En esta nueva era digital, marcada por la inteligencia artificial y las transformaciones tecnológicas, mantenemos nuestro propósito intacto. Durante 44 años hemos trabajado incansablemente para garantizar que la información fluya hacia todos los rincones de la sociedad, y seguiremos haciéndolo con el mismo ímpetu que nos guió en aquellos primeros y turbulentos días. La Prensa continuará investigando, publicando y desafiando al poder, porque entendemos que la confianza que los ciudadanos han depositado en nosotros debe honrarse siempre.

El actual presidente, elegido por el 34% de la población, fue objeto de una investigación de La Prensa que evidenció la ineficacia de los radares adquiridos para la lucha contra el narcotráfico, radares que, como informamos, no cumplían su propósito al ser incapaces de detectar las lanchas rápidas utilizadas en el tráfico ilícito. La empresa proveedora admitió el pago de un soborno del 10% en la compra directa de estos radares, dinero que fue devuelto en forma de un helicóptero ambulancia, que hoy es utilizado por el Servicio Nacional Aeronaval (Senan), y el compromiso de no tomar acciones legales por la cancelación del contrato.

A raíz de esa investigación, el Ministerio Público abrió un proceso contra el actual presidente, quien fue detenido por seis meses. El caso fue posteriormente anulado, no por un veredicto de inocencia, sino porque la Corte Suprema de Justicia determinó que los fiscales a cargo habían excedido el tiempo legal permitido para llevar a cabo la investigación. Cabe señalar que, justo días antes de la toma de posesión del actual presidente, una de las fiscales a cargo fue destituida de su cargo en el Ministerio Público, junto con otro fiscal que investigó el caso Odebrecht.

En sus recientes declaraciones, el presidente ha hecho referencia a los Varela Leaks y ha criticado a La Prensa, insinuando que en el pasado fuimos cómplices de una supuesta “Procuraduría paralela” durante la administración de Juan Carlos Varela. No obstante, es importante señalar que estas filtraciones revelan, precisamente, las quejas del expresidente Varela contra nuestras publicaciones, lo cual demuestra que nuestra labor siempre ha sido la misma: informar con objetividad y sin concesiones, desafiando a todo aquel que, desde el poder, intente desvirtuar la verdad.

Pareciera que tanto el presidente actual como el expresidente Varela comparten una sensibilidad exacerbada hacia la crítica. No es inusual que quienes ocupan el poder vean en la prensa independiente un obstáculo incómodo. Sin embargo, nuestra labor no es agradar, sino informar. Y lo seguiremos haciendo con la misma determinación que nos ha caracterizado desde nuestro nacimiento. No hemos claudicado antes, y no lo haremos ahora.

Reconocemos los esfuerzos en pro de la transparencia que el presidente Mulino ha implementado, así como su valentía para enfrentar temas difíciles que otros presidentes han evadido, como la crisis de la Caja de Seguro Social. Esperamos que el presidente pueda superar el pasado y se enfoque en gobernar para todos los panameños, respetando la libertad de expresión y elevando su mandato hacia un liderazgo que esté a la altura de los desafíos actuales.

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