Los miembros de partidos políticos quieren más de lo mismo. Buscan el poder político para enriquecerse. Protegen a sus copartidarios, aunque se conoce públicamente de sus actos ilegales. Prometen falsedades durante la campaña electoral. Ignoran a las voces de los ciudadanos mientras que nacionalmente mantienen una gran disparidad entre hombres y mujeres. Las estadísticas nos revelan que hay más mujeres que hombres afiliados a partidos políticos. Sin embargo, históricamente y desproporcionalmente hay más hombres que mujeres en los puestos de mando en los partidos políticos y en los puestos de gobierno.
Las estadísticas también nos revelan que la mayoría de los electores son independientes, no son miembros de partidos políticos, y que la totalidad de los electores muestra más mujeres que hombres. Este último dato nos revela que el grupo mayoritario de electores independientes, en general, y las mujeres electoras en particular, potencialmente tiene el poder para modificar completamente la configuración política de Panamá. El grupo de electores independientes podría votar por solamente uno de los candidatos independientes a presidente y esa persona ganaría la presidencia. Hay siete candidatos a presidente. Seis hombres imperfectos y una mujer imperfecta. Los electores independientes tienen el poder de elegir a la candidata Ana Matilde Gómez para ser la próxima presidenta de Panamá. La candidata Gómez ha expresado interés, entre otras cosas, de enfrentar a la disparidad de género y a la rampante violación de las leyes nacionales. Ella parece tener la experiencia, conocimiento, madurez, serenidad y tenacidad para lidiar con temas tan complejos como luchar y procurar el bienestar común nacional.
No perdamos esta oportunidad para despedir al grupo de políticos partidistas corruptos que desestima la participación abierta de las mujeres en la política. Salgamos a votar el 5 de mayo de 2019, votemos por independientes. Solamente votando lograremos el cambio.
El autor es ingeniero