Cultivos Selectos fue fundada en 1991 en el distrito de Tierras Altas, Chiriquí, y desde entonces hemos logrado consolidarla como una de las joyas agrícolas de Panamá. Esta empresa, nacida del esfuerzo y la dedicación de mi familia cerropunteña, representa no solo el progreso de una región, sino también el espíritu emprendedor y resiliente de nuestros habitantes.
La historia de Cultivos Selectos se asemeja en muchos aspectos a la de Chiriquí, marcada por un crecimiento admirable. Desde nuestros humildes comienzos, la empresa ha crecido de manera constante y fructífera, reflejando el desarrollo de la comunidad en la que está profundamente arraigada.
Mi abuelo ayudó a fundar Cerro Punta, y hoy, ver cómo nuestros productos llegan a cadenas nacionales e internacionales es un testimonio del legado que hemos construido. Este progreso no solo beneficia a nuestra familia, sino también a toda la comunidad, generando empleos y promoviendo el desarrollo local. Como cerropunteña y profesional, no puedo evitar sentir un profundo orgullo al ver cómo el esfuerzo colectivo de familiares y colaboradores ha dado frutos. Cultivos Selectos no es solo un negocio; es una extensión de nuestra identidad, un testimonio de nuestro amor por la tierra y nuestra dedicación al trabajo bien hecho.
Nuestra esencia, al igual que la de muchas otras empresas, se refleja en el objetivo común por el que trabajamos: hacer grande a nuestro país y a nuestra gente. Desde la empresa, nos enfocamos en contribuir al desarrollo de nuestras comunidades en aspectos tecnológicos, de infraestructura, económicos y en otros que requieren un trabajo constante y comprometido, siempre enfocados en la importancia de adaptarse a los retos.
Uno de los ejemplos de nuestro éxito es nuestra relación con Arcos Dorados, la mayor franquicia de McDonald’s en Panamá, a la que suministramos cebolla y lechuga, contribuyendo a la calidad y frescura de sus productos. Es gratificante saber que, aunque la empresa es percibida a menudo como un gigante extranjero, muchos de sus ingredientes provienen del suelo panameño y del arduo trabajo de agricultores locales, sobre todo de una gestión que he tenido el honor de atestiguar y liderar. Cada cebolla y lechuga que cultivamos y enviamos representa un esfuerzo colectivo, una tarea de gran responsabilidad que asumimos con orgullo y dedicación.
Cultivos Selectos es más que una empresa; es un símbolo del espíritu emprendedor panameño, una prueba de que con trabajo duro y una visión clara es posible alcanzar grandes logros. Nuestra relación con Arcos Dorados es solo una parte de nuestra historia, pero ilustra perfectamente cómo el esfuerzo local puede tener un impacto global. Como cerropunteña, me siento profundamente emocionada y orgullosa de lo que hemos logrado y de lo que seguiremos construyendo en el futuro.
La autora es presidenta de Cultivos Selectos.