Siento que el mote le va bien, porque es un lugar donde no hay de todo, pero sí de muchas cosas, recursos incluidos. La posición geográfica es una de sus mayores ventajas; sin embargo, la población tiene muy poco o enfrenta grandes carencias. Un país con muchos recursos naturales, pero sumido en la pobreza. Bañado por dos mares que, en comparación con su potencial, tienen un aprovechamiento mínimo. Rico en minerales, pero con temores míticos y místicos que frenan su explotación.
Un país lleno de aguas continentales, pero con grandes carencias en los hogares y en la economía nacional. Donde una ínfima minoría parece tenerlo todo, mientras la mayoría no tiene nada. Un Estado en el que los intereses de unos pocos predominan sobre los de las mayorías. Un país pobre, con salarios propios del tercer mundo, pero con un nivel de vida y costos de alimentos básicos a precios de primer mundo. La lista de paradojas y contradicciones es larga.
La paradoja del agua. Panamá tiene 52 cuencas hidrográficas y por lo menos 500 ríos, desde Darién hasta Bocas del Toro y Chiriquí. Sin embargo, los hogares claman por agua. ¿Por qué recurrir a pozos subterráneos cuando hay tantas fuentes superficiales fácilmente aprovechables?
La vida depende de tres elementos esenciales: luz solar, oxígeno y agua. Para los humanos, el agua debe ser potable, por lo que los países invierten en infraestructura hídrica que garantice las necesidades presentes y futuras. En otras partes de América, el agua debe ser transportada a lo largo de casi 1,000 kilómetros, como ocurre con el acueducto que lleva agua desde la represa Hoover, en el río Colorado, hasta Los Ángeles y San Francisco en Estados Unidos.
En contraste, Panamá tiene abundantes fuentes de agua cercanas a pueblos y ciudades, pero no logra garantizar el servicio de agua potable a toda su población.
El Idaan y la crisis hídrica. El Idaan, institución gubernamental encargada de la distribución de agua, debería ser clausurada o transformada desde sus raíces. Por dos fines de semana consecutivos, la ciudad de Panamá ha quedado sin agua, y las potabilizadoras necesitan $15 millones para reparaciones. Esta institución no cumple con su propósito original, y sus operaciones han derivado en un sistema de contratos para distribuir agua en camiones cisterna, una práctica millonaria y de larga data.
Una propuesta para el recurso hídrico. Es urgente implementar una política pública contundente sobre el agua. Hace décadas, el gobierno revolucionario propuso la política “Cero agua al mar”, reconociendo que los océanos no necesitan el agua de los ríos, pero el desarrollo nacional sí.
La propuesta incluye la creación de:
Sistema Nacional de Recursos Hídricos (SNRH): enfocado en planificación, investigación y aprovechamiento de los recursos hídricos, con un marco jurídico y programas a nivel nacional.
Sistema Nacional de Infraestructura Hídrica (SNIH): encargado de plantas potabilizadoras, acueductos, embalses y sistemas de interconexión nacional.
Por ejemplo, cada región podría contar con potabilizadoras interconectadas:
Región Este: Darién, Bayano y Mamoní (Chepo).
Región Metropolitana: las existentes más una para la Costa Abajo de Colón (posibles ubicaciones: Escobal, río Miguel de la Borda o río Indio).
La implementación de estas iniciativas garantizaría agua potable para toda la población y fomentaría el desarrollo sostenible.
El autor es abogado y urbanista.