Tengo casi listo para imprenta mi libro número 17. El título es Posdata, debido a que como estoy viviendo mi año 85 y, a pesar de que gozo de relativa buena salud, tengo que ser realista.
Por otra parte, en una reunión en el año 2012 con nuestros nietos mayores para hablar de asuntos ocurridos en el país, me indicaron que, además de mis artículos de opinión en La Prensa, si quería que su generación me leyera tendría que opinar en una cosa llamada Twitter. Me anunciaron que me habían metido en Twitter y, después de algunos minutos, me dijeron que ya tenía a 3,000 seguidores. “Seguidores” –me explicaron- son personas que, para bien o para mal, están interesados en conocer la opinión de quien la escribe (hoy, sin comprar ni uno solo, tengo 72,800 seguidores, lo cual representa una cifra moderada, pero importante). Algunos seguidores agradecen mis opiniones… otros las rechazan con contundencia, aunque respetuosamente. Y hay otros de “call center” (o sea, pagados por Martinelli), insultativos, a los cuales les doy su merecido block de inmediato.
Por razones de modernismo, a mi edad voy ahora a tratar de aplicar un cambio.
Agitaré mi actividad tuitera y mis artículos contendrán una introducción, opiniones capsulares y una conclusión.
Los artículos así, variados, espero sigan saliendo los viernes en La Prensa, con un par de interrupciones posibles cada mes.
Arrancamos:
- El 7 de abril cumplió 19 años de éxito Mi Diario, hermano menor de este periódico. Mi Diario es el periódico de mayor circulación en el país y, con su éxito, comprobó que se puede hacer un diario popular sin bañarlo en sangre ni sacar a mujeres a medio vestir. Abrazo fraternal a Lorenzo y a su equipo humano superior.
- Buenísima la generosa bienvenida que le hace Ricardo Lombana a la nueva y efectiva coalición Vamos, formada informalmente para conseguir más y más candidatos independientes que corran para diputados y autoridades locales.
- CSS: la junta directiva se reúne (con dietas y costos) ¡¡dos veces a la semana!! Es obvio que no están cumpliendo con su papel de establecer políticas, sino que están codirigiendo, lo cual constituye la raíz del desastre administrativo. Así va la Caja: de desastre en desastre, hasta llegar al frustrado asegurado sin lograr citas, sin sus necesarias medicinas, atrasos constantes en exámenes y cirugías, y un inaceptable malgasto de recursos en miles de “botellas”. ¿Cuándo tendremos un gobierno que se atreva a accionar para servirle a los asegurados, en vez de cobardemente patear la lata hacia el próximo gobierno?
- Siempre quise ver un salario mínimo de $1,000 mensuales en mi tierra. ¡Felicito a la industria de la construcción y los obreros de la misma por haberlo logrado! Salarios mínimos de esta categoría van formando una población de clase media, primer paso para una democracia estable y justa.
Las próximas elecciones nacionales se pueden simplificar. Se tratará de dos grandes grupos: los de la cleptocracia y los de la democracia.
Los cleptócratas son aquellos que se sienten cómodos con ejercer el poder, con elegir al gobierno para servirse del erario público y volverse millonarios a costa de la mayoría de los ciudadanos, gran parte de los cuales está en situación vulnerable. Identificarlos es fácil, porque los nombres y partidos son los de siempre.
Los de la democracia legítima también son fácilmente identificables. La mayoría la conforman jóvenes que participan en lo que siento es una ola de juventud transformadora. Serán candidatos por la libre postulación o por el partido de los independienes llamado Nuevo Camino. Han salido a participar para servir, no para servirse.
Las opciones están claras y los ciudadanos seremos quienes definiremos, en el 2024, el país que queremos para nuestros hijos, nietos y bisnietos.
El autor es fundador del diario La Prensa
