El 14 de agosto, atendiendo el llamado de la Asamblea Nacional, me postulé para Contralor General. Sabía que no sería elegido. ¿Por qué lo hice? ¿Cómo lo hice? ¿Y para qué lo hice?
Lo hice como un experimento social: probar (recomprobar) que tenemos un sistema deficiente, pero que hay vientos de cambio y que hay, pese a todo, que seguir intentándolo. De otra forma, se da lo que se conoce como una profecía autocumplida.
No sería realista por mi parte, en el Panamá de hoy, obtener los votos de la mayoría de los actuales diputados de la Asamblea. La razón es sencilla: la mayoría de los diputados toman su decisión para elegir Contralor basados en criterios muy propios de la languideciente y clientelista política criolla tradicional.
Recopilé los documentos requeridos. Son pocos, formales/superficiales. No conllevan mayor gasto de dinero (menos de $10).
Cumplí con la entrega de la documentación en la Asamblea. Mi esposa, quien se enteró de mi decisión de postularme por una glosa en un medio, fue mi única colaboradora en la logística. Tan realista como yo sobre qué esperar, no gastamos mucho tiempo. Tres visitas a la Asamblea: la primera para entregar los documentos, la segunda para atender la sesión pública de preguntas a candidatos ante un grupo de diputados de libre postulación, y la tercera, respondiendo a solicitud directa del diputado Ernesto Cedeño.
Por cosas de la vida, el proceso fue paralelo al fallecimiento de mi madre. La entrevista con los diputados fue el lunes 19 de agosto, el día de su cremación. La votación en el pleno fue el jueves 22 de agosto, la tarde de su entierro. La votación la vi por televisión con mi familia, luego de llegar de su funeral.
Fue curioso escuchar a los diputados hacer sus apreciaciones sobre mi persona, basados en la hoja de vida entregada. Salvo con el diputado que me citó, no conversé con ningún otro directamente. No los conozco. Ni ellos me conocen. La apresurada entrevista general que se hizo a los candidatos fue un positivo intento de conocernos. Se disponía de unos 5 a 10 minutos para contestar preguntas.
Muchos medios de comunicación me entrevistaron. Me permitieron dirigirme a la ciudadanía. No es la ciudadanía la que vota para Contralor. La positiva recepción de la postulación quedó bien reflejada en redes sociales: miles de impresiones y comentarios positivos. Ese es un universo paralelo y no la realidad en cuanto a la votación.
Conocedor de la historia, sé que este fue un paso necesario en un proceso al cual le falta maduración. Fue electo Anel Flores con 47 votos. Obtuve 24 votos. Agradezco haber sido postulado y haber recibido estos 24 votos.
La historia reciente registra los siguientes datos en elecciones anteriores: Gerardo Solís (2019-2024), único postulado: 68 votos, 2 abstenciones. Federico Humbert (2014-2019): 60 votos. Luis Chen González: 1 voto. Gioconda de Bianchini (2009-2014): 43 votos. Abraham Martínez: 19 votos. Carlos Vallarino (2004-2009): 51 votos. Aurelio Barría: 19 votos. Se avanza poco a poco.
El autor es abogado.