Propuestas para el programa de Invalidez, Vejez y Muerte (II)



En la primera parte de este artículo, publicado el 3 de octubre de 2024 en la sección de Opinión, escribí sobre tres propuestas para rescatar el programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la CSS: equiparar los beneficios otorgados a las multinacionales con los de las empresas de capital panameño, establecer la igualdad de género en la edad de jubilación y reducir los costos administrativos operativos. Esta continuación aborda el sacrificio de los contribuyentes y usuarios.

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Propuestas para el programa de Invalidez, Vejez y Muerte

Actualmente, un trabajador cotizante, sin importar el monto de sus aportes, tiene derecho a inscribir un número ilimitado de familiares para recibir atención médica, tratamientos, hospitalizaciones y medicamentos. Sin embargo, la demanda de estos servicios ha superado constantemente los recursos médicos y de insumos que la CSS puede proveer.

Para que la CSS se acerque a equilibrar la demanda de pacientes, es necesario implementar una nueva fórmula. En caso de que ambos cónyuges coticen, podrán inscribir hasta seis (6) familiares, incluyendo hijos y padres. Por ejemplo, en una familia de seis integrantes donde ambos cónyuges coticen, podrán beneficiarse hasta cuatro (4) miembros adicionales. Si solo uno de los cónyuges cotiza, se beneficiarán hasta tres miembros adicionales. A partir del quinto miembro, se debería pagar una suma extra por beneficiario, sin atribuir este costo al empleador. Recordemos que la carga obrero-patronal es muy difícil de asumir, especialmente a corto plazo, y no hay subsidio para empresas en su etapa inicial.

En cuanto a la administración del IVM, es hora de abandonar el concepto de la pirámide y adoptar una administración eficiente, similar a la precisión de un reloj suizo. Es fundamental dejar atrás el estigma de que los jubilados y pensionados son una carga para la sociedad y adoptar un enfoque más lineal. Además, los jubilados que perciban $1,500 o más no deberían optar por cargos remunerados, incluyendo salario, dietas, gastos de representación, bonos, aguinaldos, acciones, etc.

Un aspecto no considerado por ninguna administración es la mejora de la calidad de vida mediante servicios dirigidos a los adultos mayores, un sector que genera ingresos elevados y crea empleos. El turismo, por ejemplo, requiere transporte, guías turísticos, personal e insumos hoteleros, vestimenta, alimentación, entretenimiento, excursiones y más.

Las propuestas del Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional y otras entidades financieras no han impulsado ni impulsarán el desarrollo económico de una nación. Por ello, es mejor buscar nuestras propias soluciones para asegurar una mejor calidad de vida a nuestra población. Para concluir:

“La prueba de nuestro progreso no es si añadimos más a la abundancia de los que tienen mucho, sino si damos lo suficiente a los que tienen muy poco”. Franklin Delano Roosevelt, 20 de enero de 1937.

El autor es doctorando en ingeniería industrial y profesor en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Panamá.


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