Propuestas para el programa de Invalidez, Vejez y Muerte



Desde 2022, el Ministerio de Economía y Finanzas autorizó la emisión de bonos y préstamos para completar los pagos del programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja de Seguro Social (CSS). La actual administración ha confirmado el temor de que el fondo de IVM no cuenta con los recursos ni recibe ingresos suficientes para sostener el pago de las jubilaciones. Se buscan alternativas para evitar la privatización y garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones y jubilaciones.

Por otro lado, el modelo económico panameño sigue basándose en el “promundi beneficio”, que ofreció condiciones favorables a las compañías multinacionales para asentarse en Panamá, a pesar de que la dinámica económica mundial ha cambiado por la competitividad de la agenda nacional. La clave está en identificar qué materia prima tenemos para transformarla en productos terminados y servicios, y especializarnos para ser competitivos a nivel mundial.

Actualmente, quedan muy pocas empresas de capital panameño. Al no contar con exenciones de impuestos o concesiones de tierras como las multinacionales, estas empresas enfrentan costos elevados que afectan la producción y el precio al consumidor final. Además, el personal extranjero en las multinacionales no paga impuesto sobre la renta ni las cuotas obrero-patronales a la CSS.

El fondo IVM funciona como una pirámide invertida que requiere muchas cuotas para pagar a los pensionados y jubilados. Sin embargo, cuando las multinacionales se retiran del país o realizan despidos masivos para mantenerse en el mercado, generan tres impactos sociales: inactividad por jubilación anticipada, aumento del trabajo informal y desempleo. Esto tiene consecuencias negativas para la seguridad social, la economía y los ingresos del fondo IVM.

La significativa baja en el número de contribuyentes genera problemas de liquidez para el fondo de IVM, ya que los ingresos por planilla son menores que los costos operativos para administrar el sistema.

Esto lleva a proponer cuatro hipótesis que deben desarrollarse de manera paralela y coordinada:

  • Dinamización de la economía: El gobierno debe otorgar los mismos beneficios que reciben las multinacionales a las medianas y grandes empresas panameñas que presenten planes de negocio e investigación y desarrollo viables, y que requieran aumentar la mano de obra panameña para expandir sus productos o servicios al extranjero.

  • Contribuciones de empleados expatriados: Se debe obligar a los empleados expatriados en multinacionales a pagar las cuotas a la CSS y al fondo de IVM.

  • Igualdad en la edad de jubilación: Equiparar la edad de jubilación a 60 años para hombres y mujeres, basándose en la igualdad de derechos y oportunidades, con el objetivo de pagar un máximo de $2,500 USD mensuales en pensiones. Esta medida aportaría un año adicional de contribuciones al fondo, aumentando su sostenibilidad.

  • Reducción de costos operativos: Implementar un proceso macro que facilite la toma de decisiones mediante la mejora en la confección de los estados financieros, el uso eficiente de sistemas informáticos y la depuración de información para retener al personal idóneo, además de eliminar entidades que no optimicen los procesos.

Estas medidas buscan beneficiar al país, promover su crecimiento económico y mejorar la seguridad social de los ciudadanos panameños y residentes. Representan una oportunidad para actualizar el modelo económico y dinamizar la economía mediante una agenda nacional competitiva. En otras palabras, facilitar el desarrollo de empresas panameñas y especializar al sector laboral para ofrecer productos y servicios en el mercado mundial.

El autor es doctorando en ingeniería industrial y profesor en la facultad de ingeniería de la Universidad de Panamá.


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