Hay procesos como la buena descentralización que son importantes para que la propia comunidad decida sus necesidades y las Juntas Comunales ejecuten de forma directa, evitando las burocracias y demostrando capacidad de reacción, esto en un Panamá ideal, el que todos queremos y merecemos, por eso salimos todos los días a la calle.
Pero, siempre hay un problema cuando detrás de una acción positiva se ocultan intereses politiqueros, y es que gracias a las investigaciones publicadas por el diario La Prensa, se pudo verificar lo que ya se sospechaba, todo se ha estado manejando en una danza de millones para beneficiar a unos candidatos específicos y no al ciudadano.
Aun así, no podemos castigar la descentralización, porque su práctica correcta es beneficiosa. Ella nace en el 2009 e inicia ejecución en el 2016, es decir que va más allá de los gobiernos de turno, es cuestión de país y del derecho de la población. Lo que está pasando va a desvirtuar la descentralización, afectando su noble esencia: que los gobiernos locales tengan recursos para atender a las comunidades.
El problema es como lo están repartiendo y, peor aún, como lo están ejecutando. Publicaciones del citado medio, muy bien contadas, demuestran que se están llevando los recursos asignados a las necesidades básicas de las personas para hacer política y eso no lo podemos permitir. Debemos ser valientes para defender lo que es para los barrios. Y es que estos recursos son para la ciudadanía, pues salen del impuesto de bien inmueble, en fin, de su bolsillo.
Y vaticino este será el gran escándalo de este Gobierno, la cantidad de millones que están pasando por algunas y muy selectas juntas comunales es bochornoso. La descentralización se inició con sus recursos asignados a los municipios, en este periodo se permitió que este dinero, que era para inversión (obras) se pueda pasar a funcionamiento (planillas) y eso es el inicio del camino torcido que hoy vemos.
Pero repito, no podemos generalizar y destruir un buen proceso. Que el dinero llegue a las juntas comunales, es parte del país ideal, este manejo es solo a un grupo selecto, en claro apoyo electoral y ese es uno de los grandes problemas a combatir.
Finalmente, hay mecanismos, pues el dinero de la descentralización tiene que ir por un proceso de consulta ciudadana, quien es la que al final propone, pero si seguimos desvirtuando su esencia ignoramos lo más importante que es la revisión y transparencia, palabras que a algunos no les gusta, pero que se merece la gente, pues es su dinero, eso es innegociable, por ello defendemos lo bueno, pero bien hecho. Simplemente no nos podemos callar.
El autor es abogado y representante del corregimiento de Don Bosco