Las reformas al sistema de seguridad social en diversos países suelen enfocarse en aumentar las cuotas o modificar los beneficios, lo que afecta principalmente a los trabajadores y beneficiarios. Sin embargo, para que una reforma sea efectiva y equitativa, debe incluir un compromiso tangible y visible del Estado en aspectos como:
Reducción de gastos superfluos: Es crucial limitar el gasto en planillas infladas y eliminar ministerios e instituciones redundantes o inoperantes. Esto permitiría liberar recursos que pueden ser redirigidos hacia áreas prioritarias como la salud y la seguridad social.
Educación para la formalización: Modernizar la Caja de Seguro Social (CSS) sin una estrategia educativa efectiva perpetúa los problemas. Muchos trabajadores informales desconocen los beneficios y el funcionamiento del sistema, lo que reduce su interés en contribuir. Es indispensable implementar programas educativos que promuevan la inscripción y el pago de cuotas.
Transparencia y rendición de cuentas: El gobierno debe demostrar un esfuerzo real por ajustar su propio presupuesto antes de exigir mayores sacrificios a la ciudadanía. Esto no solo fortalecería la sostenibilidad del sistema, sino que también aumentaría la confianza pública en las reformas.
A largo plazo, el verdadero desafío radica en construir un sistema de seguridad social sólido, en el que tanto el Estado como los ciudadanos asuman su responsabilidad. Solo así se podrá garantizar un sacrificio equitativo y una CSS más fuerte y sostenible.