Rejuveneciendo la política



Por décadas en Panamá, la política partidista ha secuestrado nuestro país, que han sido los “mismos de siempre”, abusando del clientelismo y con cuentos de la cripta, que son la mejor opción para gobernar. Afortunadamente, varios hechos sucedieron en forma secuencial, que quizás ayudaron a cambiar esas opciones y pudieron generar nuevos resultados en las últimas elecciones.

Los candidatos “independientes” empezaron a llamar la atención a los votantes cuando la ex Procuradora Ana Matilde Gómez, que la sacaron de su puesto forzadamente en complot, logro ser una Diputada independiente de Bella Vista. Luego, en las siguientes elecciones, el aspirante presidencial independiente, Ricardo Lombana, logro ser el 3er. candidato más votado y a la vez, un grupo de 4 Diputados jóvenes, resultaron electos. Ese mismo año, un joven Presidente, en el país vecino de Centroamérica, emprendió un nuevo liderazgo, llamando la atención a todo el mundo, con su destacada forma de gobernar y muchos se han atrevido a considerarlo un modelo a seguir, por su combatiente lucha contra la delincuencia y la corrupción.

El quinquenio 2019-2024, el control de la Asamblea lo tuvo el gobierno de ese periodo con la mayoría de sus copartidarios, sin embargo, a pesar de tener una minoría de 4 diputados independientes, sobresalieron al denunciar anomalías en los manejos de la cosa pública, que destaparon, las formas de realizar irregularidades, en muchos casos.

Con estas novedades de hacer política, los independientes, en circuitos que eran dominados por campañas clientelistas, la juventud rompió estas cadenas y rejuvenecieron un alto porcentaje de puestos de elección popular. Ahora existe una sangre nueva, llenos de energía, cambiando y luchando por hacer las cosas bien. MOCA también se le debe reconocer el aporte que hizo y no dudamos sigue la misma línea de cambiar la política tradicional.

Hay quienes describen la inmadurez cuando no llegan a su estado completo de desarrollo y ocasionalmente se comportan de forma errática, pero también existen unos que se sobrepasan de la madurez y se convierten repetitivos y completamente intransigentes ante los cambios, como ha sucedido con nuestros políticos criollos, que han estancado al país, creando leyes “juega vivos” para dividir más corregimientos que no ayudan en nada al país, se negaron hacer leyes anticorrupción y no les intereso mejorar el país. Afortunadamente, ha llegado a la Asamblea, una nueva generación de políticos con interés de mejorar, modernizar y sea más cónsono con nuestra realidad y equilibrado con los principios éticos. La juventud llegó para quedarse y cambiar los viejos estilos.

En política, no solo es mejorar la velocidad, sino también reemplazar a quienes han desgastado la política con triquiñuelas y mañas para seguir con el juega vivo y asesinar las esperanzas de miles de panameños que creyeron en ellos y los defraudaron con mentiras y engaños.

Afortunadamente, un sector del país, se dio cuenta, que no se puede seguir con los mismos vicios que algunos prefieren mantener igual, que no permiten los cambios y nos desarrollemos en materia de justicia, educación, seguridad social, deportes, salud, economía y otros temas de interés nacional.

Las riendas de nuestro país, por décadas, no se ha desarrollado a las circunstancias que necesitamos y se ha quedado en manos de quienes se aprovecharon de su gente y así lo han hecho todo el tiempo.

Nos faltaba encontrar la sangre nueva que ahora debe poner orden en la Asamblea, principalmente y sacar los malos hábitos que los ha caracterizado en actos de corrupción, sirviendo para complacer sus intereses personales. Si se mantienen de la misma forma, el país entero hará su juicio y veremos a quienes va a elegir en las próximas y veremos si serán 50 nuevos o los mismos de siempre.

Debemos apoyar esta juventud dispuesta a cambiar el país, construyendo nuevos estilos de hacer política, que demostraron, cuando quisieron meter las leyes de las minas y remplazar a los antiguos colonos de la asamblea, que han destruido su credibilidad, con sus hipocresías, ambiciones personales y egoísmo, porque si regresan, el país, no quedará nada que ofrecer a su gente.

El autor es magíster en en salud pública.


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