Exclusivo Suscriptores

Sábado picante: lobos hambrientos

Sábado picante: lobos hambrientos
Luis Eduardo Camacho, del partido Realizando Metas., LP/Isaac Ortega

Se acabaron los espejismos electorales. Ahora con poder, se quitaron las caretas y nos muestran sus abominables rostros de lobos hambrientos. Hablo de los diputados, como Luis Eduardo Camacho (RM), quien, al quitarse la máscara, dijo que enviará cartas de recomendación para obtener becas del Ifarhu. ¿Por qué no le dijo eso a sus electores en campaña? ¿Por qué reveló que su pasatiempo sería jugar a ser director del Ifarhu? Y, en serio, ¿el director le dirá que no al que le habla al oído al mandamás?

Camacho es un hipócrita, igual que muchos de su copartidarios que ya están en planes para defenestrar a magistrados de la Corte Suprema porque no les gusta que su jefecito sea conocido por lo que es: un lavador de dinero. Y no me extrañaría que intenten pasar una ley diciendo que la condena de los príncipes confesos en Estados Unidos no es válida en Panamá, con lo cual, nada les impediría ser candidatos presidenciales, como si el papel borrara hechos consumados y probados.

Uno de ellos empezó su conveniente carrera política con su juramento como diputado suplente. Que lo haga la lambonería, pero no le llamaré “honorable diputado”. Puedo decirle de muchas y creativas formas, pero la costumbre no me obligará a hacerlo a llamarlo así, por más poder que muestre desde su curul o desde su bolsillo. Después de todo, la justicia extranjera demostró que es tan humano como para ir a la cárcel. Lástima que nuestra justicia dependa de la política: su autonomía es la de un parásito o la de un esclavo, según sea el caso.

Pese a lo incipiente del partido, tengo claro dónde está el poder. Lo que me lleva al tema de la abogada y diputada Shirley Castañeda (RM), flamante presidenta de la Comisión de Credenciales, y del locuaz búfalo Gálvez (RM), en la de Presupuesto. ¿Dónde estarán sus fidelidades, sin contar las que le profesan al color verde? Yo creo saberlo, pero es una percepción, aunque, como diría el leguleyo de la Contraloría, tiene bases. No es una simple corazonada.

Castañeda tiene de clientes a la crema y nata de la delincuencia organizada en Panamá; comparte estrategias legales con un ladrón confeso de relojes y su cliente estrella es un lavador de dinero. Y ahora ingresó a una exclusiva organización, cuyo mayor mérito es lucir cuellos blancos, que sabemos para qué sirven. Supongo que el tratamiento protocolar no tiene nada que ver con la realidad, porque eso de honorables…

Y, por último, el autor de la frase, “a llorar al cementerio”. Gálvez representa la era arcaica de la Asamblea y todo lo que hay que cambiar en la política, incluyendo a sus impresentables colegas, que figuran en la lista de los más ricos panameños de Forobber (o, la lista secreta Forbes de ladrones). Nada ha cambiado allí, excepto el número de la gran minoría, que denunciará con la esperanza de que en 2029 partidos y ladrones sean borrados del pleno y del Gobierno. Pero no olvidemos que fue el voto popular los que los puso en sus curules y ahora bailan con sus electores, cantando y sonriendo… pero con una mano metida y hurgando en sus bolsillos.


LAS MÁS LEÍDAS

  • Los combustibles bajarán de precio a partir de este viernes 12 de diciembre. Leer más
  • Gobierno anuncia acuerdo sobre salario mínimo: así quedarán algunas tasas por regiones. Leer más
  • Naviferias 2025: el IMA anuncia horarios y lugares del 15 al 19 de diciembre. Leer más
  • Jubilados y pensionados: así será el pago del bono navideño y permanente. Leer más
  • Embajador de Estados Unidos toma el desayuno chino con la diputada Patsy Lee. Leer más
  • Contraloría inicia auditoría a fondos que transfirió el MEF a gobiernos locales en el gobierno de Mulino. Leer más
  • Estados Unidos incluye a Ramón Carretero Napolitano en la Lista Clinton. Leer más