En los últimos días conocimos de alarmantes riesgos ambientales en la mina de Donoso, donde no ha empezado ningún cierre, ni seguro ni definitivo. Hay fallas críticas en la represa que contiene los desechos y podría colapsar por el exceso de lluvias. La alerta de carácter urgente fue emitida por la Red Mundial de Derecho Ambiental (ELAW por sus siglas en inglés) y la información ya está en manos del Ministerio de Ambiente.
Las consecuencias de un colapso de la represa serían nefastas. Las aguas contaminadas podrían llegar a los ríos y el mar, pero el impacto más grave ocurriría en las poblaciones cercanas. La amenaza es bastante real. En 2019, el colapso de una represa de desechos mineros en Brumadinho, Brasil, acabó con la vida de 270 personas. Una verdadera tragedia, cuya posibilidad no es una ocurrencia rara. La Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente ha documentado 432 accidentes en tinas de relave en todo el mundo y más de la mitad de ellos han ocurrido en América Latina.
Al respecto Mulino afirmó que ese tema no salió en la inspección reciente que hizo el Ministerio de Ambiente. También hizo referencia a las toneladas de concentrado de cobre almacenadas y dijo que no sabía de donde se sacaba la información, de que eran peligrosas. Habría que recordarle al presidente que esa información salió del propio Ministro de Ambiente, que en julio de este año, catalogó ese cobre almacenado, como una bomba de tiempo que habia que desactivar a corto plazo.
Hay una laxitud del gobierno con respecto a las amenazas ambientales; que además de poner en riesgo la seguridad de los panameños, revela las verdaderas intenciones.
Y es que, seguir las recomendaciones para un cierre seguro y definitivo, implicaría cerrar la puerta para la reapertura de la mina. Y si no se han dado cuenta, esa puerta está cada vez más abierta.
No vayan a creer que la cantidad de mensajes apoyando la reapertura de la mina en redes sociales aparecen de manera orgánica. Hasta el descarado de Gerardo Solis entró en la tendencia, olvidando que fue él quien otorgó el refrendo a un contrato ley que violaba 25 artículos de la Constitución.
Tampoco son casuales algunas expresiones de las autoridades. Navarro dice que su posición es que la mina nunca debió existir, pero que ya que está el hueco, el tema se verá en 2025. ¿Qué es lo que se verá?
Mulino reiteró que no ha tocado el tema de la mina con nadie, pero al inicio de su gobierno comentó que algunos de sus ministros se habían reunido informalmente con First Quantum. ¿Qué han hablado en esas reuniones? ¿Tendrían la amabilidad de informarnos?
Preocupa la ambigüedad y las contradicciones que caracterizan el manejo del tema minero por parte del gobierno. Es evidente que, como se trata de una papa caliente, quieren postergar el riesgo político para el 2025, separándolo del hervidero que tienen ahora, con la reforma a la Seguridad Social.
El problema es que los riesgos ambientales no esperan y exigen acciones inmediatas. Los planes que tengan sobre la mina deben comunicarse con transparencia y asumir sus consecuencias. Sería imperdonable, que por un cálculo político o económico, el gobierno exponga a sus ciudadanos a un desastre ambiental de consecuencias impredecibles.