Reconocido como un derecho humano por las Naciones Unidas, un salario digno es aquel que permite un nivel de vida decente a un (a) trabajador (a) y su familia. En este contexto, el Pacto Global de la ONU se plantea el siguiente dilema: ¿Cómo puede una empresa garantizar que a los (as) trabajadores/as de sus propias operaciones y cadenas de suministro se les pague un salario digno, especialmente cuando los países no tienen un salario mínimo legal, o cuando el salario mínimo no ofrece un nivel de vida digno para un/a trabajador (a) y su familia?
Revisión del salario mínimo
Recientemente, el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) instaló la comisión tripartita nacional de salario mínimo 2023. Los comisionados principales y suplentes empezarán las discusiones y revisiones de la situación actual de cada una de las actividades económicas por área geográfica, tal cual lo define la legislación panameña. Este proceso se realiza cada 2 años.
Precarización laboral como protagonista
Entre agosto 2012 y abril 2022 se perdieron 59 mil empleos asalariados de la empresa privada, al tiempo que se agregaron 62 mil funcionarios y casi 250 mil informales. Cada trabajador formal de la empresa privada que perdió su empleo durante esa década fue reemplazado en la economía por un funcionario y cuatro informales.
En ese período, los 6 sectores que hoy aportan las dos terceras partes de la fuerza laboral privada, como bloque, sólo generaron empleo informal. Estos sectores son comercio, construcción, logística, industria, hoteles/restaurantes y otras actividades de servicio, los cuales representan además 4 de cada 5 nuevos empleos creados en el 2022 y 9 mil de los 10 mil nuevos informales que hoy se incorporaron a la economía mensualmente.
Directa relación entre inversión privada y calidad del empleo Mitradel pasó de tramitar 445 mil nuevos contratos laborales en el 2017 a 240 mil en el 2022. O sea, 205 mil vacantes, contratos, salarios y cotizaciones a la Caja de Seguro Social menos en 5 años, al tiempo que pasamos de generar unos 1,900 informales por mes (2017) a más de 10 mil en el 2022, y la informalidad laboral creció de 40.8% a 48.2%.
La población económicamente activa creció en 147 mil personas. Se redujo la oferta (-205 mil plazas) y aumentó la demanda (+147 mil), creando un déficit de 352 mil personas que quieren trabajar y no encuentran empleo digno. Los Ninis de 15 a 29 años crecieron en 56%.
Caída del empleo asalariado privado
Entre el 2020 y 2021, la empresa privada perdió 407 mil empleos formales, 47% del total existente a agosto 2019. En el 2017, 48% de los trabajadores del país eran empleados de la empresa privada. En el 2022 fueron 43%.
Esta caída fue más dramática en la construcción, donde el porcentaje de trabajadores asalariados pasó del 70% del empleo total del sector, a 53%, registrando además una caída del 10.2% en sus salarios mensuales promedios, de $706.9 a $635.0.
73% de los empleos en la construcción son informales (Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC) (abril de 2022), y el 80% de los nuevos empleos generados por el sector entre octubre 2021 y abril de 2022, también.
Otra caída importante se dio en el turismo (bares y restaurantes), al pasar de 73% a 61%, con una informalidad del 61% (2022)
Porcentaje de trabajadores con salarios menores a $400 se mantiene
Si hubo algo que varió poco entre el 2017 y 2022, fue la proporción de trabajadores con salarios inferiores a los $400 mensuales, que pasaron, de 17% de los asalariados del país en 2017, a 18% en el 2022. Pero hubo variaciones importantes por sector.
Disminuyó el porcentaje en la Agricultura (de 75% en el 2017 a 63% en el 2022), pero aumentó en la Construcción. En el 2017, 13% de los trabajadores asalariados de este sector ganaban $400 mensuales o menos, hoy es 29%, o 24,592 trabajadores.
En el comercio hay 21,697 empleados en esa franja salarial (12% de la fuerza laboral del sector), 3,794 más que en el 2017.
Estas variaciones deben ser analizadas en el contexto del aumento de la canasta básica registrado en esos 5 años.
Sin empleadores no hay salarios
El severo proceso de precarización laboral de la última década, particularmente en los sectores que generan la mayoría de los empleos, es indicativa de que invertir en Panamá dejó de ser buen negocio.

