Hace siete años, el gobierno de Panamá tomó la decisión estratégica de establecer relaciones diplomáticas con la República Popular China, abriendo un nuevo capítulo en nuestras relaciones bilaterales. Durante estos 7 años, esta relación, tan joven como vigorosa, se ha convertido en un modelo de relaciones amistosas entre países con diferentes tamaños, tradiciones históricas y sistemas sociales. Como nueva embajadora de China en Panamá, desde mi llegada, hace tres meses, me ha impresionado profundamente la vitalidad y las oportunidades que este país presenta.
Repasando su trayectoria, las relaciones sino-panameñas han traído a Panamá enormes beneficios. China apoya firmemente la neutralidad del Canal de Panamá, y esta posición ha sido incorporada explícitamente a los documentos conjuntos emitidos en el marco de las visitas mutuas entre los presidentes de ambos países. Como el segundo usuario del Canal, el mayor proveedor de la Zona Libre de Colón, China ofrece apoyo importante a Panamá como un centro mundial de transporte marítimo y logística. Desde 2019, China se ha convirtido en el mayor socio comercial de Panamá. Frutas, productos acuáticos, carne vacuna y café, entre otros productos agrícolas panameños, ya están exportándose a China, y muy pronto se incorporará a esta lista la carne de cerdo.
El nuevo Centro de Convenciones de Panamá y la nueva Terminal de Cruceros de Amador, ambos construidos por empresas chinas, han entrado en funcionamiento, mientras el Cuarto Puente sobre el Canal está en plena construcción. Casi 9,000 panameños han estudiado o han sido capacitados en China. Los equipos deportivos, unidades médicas móviles y equipos digitales donados por China beneficiarán a cientos de miles de panameños, contribuyendo a la mejora de la educación, la salud y los servicios públicos de Panamá.
China ha votado a favor de la candidatura panameña para ser miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, en apoyo al país istmeño a jugar un papel más relevante en la agenda internacional. Los frutos de las relaciones China-Panamá son visibles, tangibles, reales y beneficiosos tanto para Panamá como para los panameños.
De cara al futuro, las relaciones China-Panamá contemplan un futuro brillante y, sin duda alguna, beneficiarán mejor a ambos países y pueblos. China siempre persiste en las políticas de sinceridad, resultados reales, amistad y buena fe, y está dispuesto a profundizar los intercambios amistosos con Panamá a base del respeto mutuo y el beneficio recíproco. Con esto, podemos convertirnos en amigos confiables en lo político, socios con intereses comunes en lo económico, países hermanos con profunda amistad entre los pueblos, y compañeros de coordinación y colaboración en los asuntos internacionales. Tenemos la esperanza y certeza de que el gobierno panameño seguirá adhiriéndose firmemente al principio de una sola China, para consolidar la base política de las relaciones binacionales.
China está avanzando en la modernización con el desarrollo de alta calidad. Con una población de más de 1,400 millones de habitantes, de los cuales 500 millones son de renta media, China significa un enorme mercado para el mundo entero. Asimismo, China es el mayor país manufacturero, la segunda potencia comercial y un líder en innovación global en múltiples áreas, como 5G, energía verde, inteligencia artificial y exploración espacial y marina.
Estamos dispuestos a trabajar con el gobierno saliente y entrante y todos los sectores de Panamá, atendiendo las voluntades de la parte panameña, para ampliar y profundizar las cooperaciones en ámbitos como comercio, inversiones, infraestructuras, transporte marítimo, cambio climático, logística, turismo, educación, y cultura, etc. Y sobre todo, importar más productos agrícolas de alta calidad desde Panamá, invertir más en Panamá y crear más empleos para Panamá. Y las empresas chinas están dispuestas a participar en obras de infraestructura como carreteras, ferrocarriles y embalses para acompañar los esfuerzos panameños de construir más y mejores infraestructuras. Vamos a ofrecer a Panamá más becas y cupos de capacitación, para potenciar la formación de talentos panameños. Algo no menos importante es que alentaremos a más chinos a visitar Panamá, donde sentirán en el Casco Viejo el largo transcurrir de los tiempos y la expresión en mayúscula sobre la elegancia misma, y se fundirán en las aguas cristalinas y el cielo diáfano de San Blas.
Estamos convencidos de que trabajando juntos, las relaciones China-Panamá podrán actualizarse sin cesar. En esta andadura, tenemos una gran expectativa sobre los 300,000 chino-panameños, quienes como enlaces naturales entre Oriente y Occidente, podrán ser el aglutinante de la amistad y el catalizador de la cooperación entre ambos países.
Honrando la misión que me ha sido encomendada, trabajaré incansablemente para promover la cooperación mutuamente beneficiosa y profundizar la amistad popular entre ambos países. Un proverbio dice: ”Amigo cabal, tesoro ideal”. ¡Que trabajemos juntos para explorar, con una cooperación tan propia como entre amigos cabales, el gran tesoro que encierran las relaciones sino-panameñas, para beneficiar mejor a nuestros pueblos!
La autora es embajadora de la República Popular China en la República de Panamá.