Panamá ha sido históricamente un destino atractivo para la inversión extranjera, gracias a su ubicación estratégica, su economía dolarizada y los regímenes especiales que incentivan la instalación de empresas multinacionales. Regímenes como el de las Sedes de Empresas Multinacionales (SEM) y la zona económica especial de Panamá Pacífico han sido pilares del crecimiento económico y la generación de empleo en el país. Sin embargo, el éxito y la sostenibilidad de estos regímenes dependen de su alineación con los estándares internacionales, en particular con el principio de sustancia económica.En un contexto global donde la transparencia y la equidad fiscal son cada vez más exigidas, Panamá debe garantizar que las empresas beneficiadas por incentivos fiscales realmente operen en el país, generen empleo local y contribuyan a la economía nacional. De lo contrario, no solo se pone en riesgo la viabilidad de estos regímenes, sino también la reputación y estabilidad del país como un destino de inversión confiable.
¿Qué significa cumplir con sustancia económica?
El concepto de sustancia económica ha cobrado gran relevancia en los últimos años debido a la necesidad de que los incentivos fiscales no sean utilizados únicamente con fines de erosión de base gravable. Cumplir con sustancia implica que las empresas que gozan de beneficios fiscales deben:
Tener operaciones reales en el país: No basta con registrar una empresa y operar a través de una oficina virtual; la actividad económica principal debe realizarse en Panamá.
Contar con personal adecuado: La cantidad de empleados debe ser proporcional al tipo de negocio y sus necesidades operativas.
Sostener un nivel de gastos operativos acorde con la actividad: La empresa debe tener costos y estructura que reflejen una operación genuina y no una simple entidad de papel.
Estos requisitos aseguran que los regímenes especiales no se conviertan en herramientas de planeación fiscal y, al mismo tiempo, contribuyan efectivamente a la economía local.
Lecciones de otros países: El valor de la sustancia
Panamá no es el único país que ha debido ajustar sus políticas para cumplir con estándares internacionales. Existen múltiples ejemplos de naciones que han logrado equilibrar la atracción de inversión con la garantía de que estas empresas generen un impacto real en la economía. Ejemplos como Costa Rica, Uruguay, Emiratos Árabes Unidos, Irlanda y Singapur, entre muchos otros, son dignos de analizar para ver cómo han evolucionado estos países y han atraído más inversión real a sus economías, con el consecuente progreso y generación de empleos.
La importancia de la sustancia para Panamá
Panamá ha desarrollado normas de cumplimiento de sustancia para algunos de sus regímenes especiales; esto con el fin de asegurarse de que éstos continúen siendo competitivos sin comprometer su reputación ni estabilidad fiscal. La implementación efectiva de requisitos de sustancia económica tiene varios beneficios clave:
Proteger la reputación del país y evitar sanciones internacionales: Panamá ha hecho esfuerzos significativos para salir de listas discriminatorias. Garantizar que las empresas en regímenes especiales cumplan con estándares de sustancia ayudará a blindar la reputación del país y evitar sanciones internacionales que afecten su capacidad de atraer inversiones.
Generar empleo y desarrollo económico real: El objetivo de los regímenes especiales no debe ser únicamente atraer empresas, sino asegurar que estas generen empleo y oportunidades para los panameños. Un cumplimiento estricto de la sustancia económica garantiza que las empresas que operan en el país contribuyan al desarrollo del talento local, inviertan en capacitación y contraten personal en áreas clave como tecnología, logística y servicios financieros.
Brindar estabilidad y seguridad jurídica a las empresas: Las empresas que invierten en Panamá necesitan seguridad jurídica y reglas claras. Al no contar con medidas adecuadas de sustancia, se corre el riesgo de que los regímenes especiales sean cuestionados a nivel internacional, lo que podría generar incertidumbre y desincentivar nuevas inversiones.
Atraer empresas comprometidas con el crecimiento del país: Los regímenes especiales no deben ser vistos solo como un mecanismo para ofrecer impuestos bajos, sino como una plataforma para atraer empresas con visión de largo plazo. Las compañías que cumplen con requisitos de sustancia son aquellas que realmente invierten en el país, establecen operaciones sostenibles y generan un impacto positivo en la economía.
¿Qué debe hacer Panamá?
Para fortalecer la sostenibilidad de sus regímenes especiales, Panamá debe:
• Seguir reforzando la supervisión del cumplimiento de la sustancia económica: Implementar auditorías y mecanismos de control para verificar que las empresas cumplan con los requisitos establecidos.• Ofrecer incentivos adicionales para empresas que generen más empleo y valor agregado: No solo exigir cumplimiento, sino también premiar a las empresas que invierten en la capacitación de talento local y en la innovación.• Continuar mejorando la educación y capacitación de la fuerza laboral: Para que las empresas encuentren en Panamá el talento que necesitan, es esencial invertir en educación y formación técnica.• Seguir fortaleciendo su imagen internacional como un país comprometido con la transparencia y la buena gobernanza fiscal: Esto permitirá mantener la confianza de organismos internacionales y de inversionistas globales.
Conclusión
La implementación de requisitos de sustancia económica no debe verse como un obstáculo, sino como una oportunidad para fortalecer los regímenes especiales y garantizar su sostenibilidad a largo plazo. Panamá tiene todo el potencial para seguir siendo un hub empresarial clave en la región, pero para lograrlo, debe asegurarse de que las empresas que operan en su territorio generen un impacto real en la economía. El país tiene la oportunidad de aprender de experiencias como las de Irlanda o Singapur, que han logrado mantener su atractivo sin comprometer su estabilidad fiscal ni su reputación. La clave está en establecer un balance entre incentivos y regulaciones claras, que permitan a Panamá seguir generando empleo, oportunidades y desarrollo para todos los panameños.
El autor es Country Managing Partner – EY.
