PLATA FÁCIL. Cuentan los que saben que la última vez que se avistó al diputado Jairo Bolota Salazar por los lados de la Asamblea fue aproximadamente hace un mes. Su curul la ocupa últimamente su suplente, y el diputado, que primeramente alegó temas médicos para no ir a trabajar, fue visto recientemente en Medellín. El colmo del cinismo es que fue él mismo quien hizo público su viaje. En palabras del propio presidente Mulino: “Cada quien busca en qué soga se ahorca”.
ADIVINANZA. Ahora que finalmente se hizo pública la planilla actualizada de la Asamblea, se supo que María de los Ángeles Fernández, Directora de Administración y Finanzas, devenga el mismo ingreso que los diputados y que el presidente de la República: $7,000 entre salario y gastos de representación. Raro, raro, porque ningún otro director gana lo mismo, ni siquiera el compadre de la presidenta cuando era funcionario del Legislativo.
¿CONTENCIÓN DE QUÉ? Y hablando de la presidenta de la Asamblea y de las planillas, dijo que en ese órgano del Estado los nombramientos que se hacen son de personas que trabajan. Si esto es así, entonces tal vez debería explicar por qué hay 376 asesores, 1,320 asistentes y 146 conductores. ¿No son solo 71 diputados?
PATÉTICO. Si un candidato a un puesto de elección popular se postula para presidente, diputado y alcalde, y no sale para ninguno de los tres, pese a haber ocupado una curul en el gobierno anterior, el mensaje de repudio es más que claro. Busquen oficio...
PELEA. Los representantes advierten que las celebraciones patrias podrían correr peligro, luego de que el alcalde de la ciudad capital les advirtiera que no les entregará sus respectivas partidas presupuestarias si no aprueban una resolución suya sobre nuevas disposiciones para realizar espectáculos públicos en el distrito. La amenaza, según los “repres”, vino cuando decidieron unánimemente enviar el documento a la Comisión de Hacienda para que lo examine. Piano… piano…. señor alcalde.