EMBOSCADA. Dicen que el que más grita no siempre tiene la razón. Eso nunca fue más cierto que la noche del pasado martes, en la Asamblea Nacional. Cuando el ministro Felipe Chapman llegó a presentar el nuevo presupuesto general del Estado para 2025, fue conducido a la oficina de la diputada presidenta Dana Castañeda, donde le esperaban los jefes de bancada. No sabemos si fue una encerrona o qué, pero hubo airados reclamos para elevar la asignación del Legislativo a $130 millones. Chapman aguantó estoicamente la retahíla. ¿Para qué querrá esta gente esa cantidad? ¿Para los promotores deportivos y comunitarios?
REFRI. Por cierto, a Chapman se le dañó la nevera en uno de los apagones. Cuando se lo comentó al presidente Mulino, este exclamó: “Bienvenido al club de los molestos y frustrados”. Que anuncie un recorte al presupuesto de la Asep, para ver si así hacen bien su trabajo.
GAS. El diputado suplente y “experto en seguridad” Gabriel Solís insiste en que no tiene vínculos con empresas dedicadas a la venta de detectores de gas. Raudo y veloz, Juan Diego Vásquez mostró una imagen de la cuenta privada de Solís en Instagram, que prueba su vínculo con Selec, S.A., una empresa proveedora de esos dispositivos. Además, el diputado Jhonathan Vega reveló documentos que constatan que Solís es apoderado y firmante en cuentas de Selec. ¿Acaso pensaba que nadie se daría cuenta?
PROFE. Zulay ha dicho que quiere ser docente en la Universidad de Panamá. Después de conocer que Nando Meneses es profesor, cualquiera se considera apto para el cargo.
ROMPEBOTELLAS. Los diputados Osman Gómez, Jorge Bloise y José Pérez Barboni impulsan un anteproyecto para eliminar la nefasta partida clientelar 172 de todas las instituciones y órganos del Estado. La población debería hacer una veeduría de esta propuesta hasta que sea sancionada por el presidente, sin concesiones ni subterfugios. No hay que subestimar la creatividad de los corruptos de siempre.