PRONÓSTICO. Con razón o sin ella, el presidente José Raúl Mulino ya advirtió lo que sucederá en un par de meses si no se aprueba la reforma a la ley orgánica de la CSS: en enero, las pensiones se reducirán entre un 13% y un 15%, y, a partir de 2026, el rector podría ser de hasta un 50%. El mensaje parece claro: si usted quiere que el barco llegue al siguiente puerto, mejor empiece a remar.
DESPECHO. Chichi De Obarrio ha dirigido una serie de mensajes mencionando a @rmartinelli, en los que dice que se siente olvidado, traicionado y “tirado como un perro”. “Ahora soy solo olor a caca. ¿Por qué?”, expresó. Ya debería estar sacando cita con un otorrino, porque si hasta ahora es que percibe el olor nauseabundo a despojos humanos a su alrededor, podría tener un serio problema de olfato.
@rmartinelli Los momentos que si servía para algo? Ahora soy solo olor a caca? Porque? pic.twitter.com/dqSiD2Aklj
— Adolfo “Chichi” de Obarrio (@adolfodeo) November 8, 2024
PARADOJA. El programa “100 a los 70″ fue una promesa de campaña y debe su nombre a que entregaba un subsidio de $100 a todo aquel mayor de 70 años de edad que no tenía derecho a recibir pensión o jubilación (porque no pagó cuotas a la CSS). Luego se cambió a “120 a los 65″. Ahora, el Ejecutivo propone elevar el monto a $144 y transferir el programa del Mides a la CSS. La temporalidad es una característica del subsidio (según la RAE), pero aquí lo convertirán en una pensión formal de jubilación. ¿De qué sirve que, por un lado, inyecten dinero a la Caja si, por el otro, buscan cómo sacarlo?
BULLEROS. La representante de San Francisco, Serena Vamvas, se acercó personalmente a esos “restaurantes” de Calle 50 que constantemente atormentan a los vecinos con ruido y música alta. Les advirtió que, si no hacen caso, vendrá con la alcaldía a cerrar los locales. Por fin apareció alguien, 20 años después, dispuesto a poner orden en el corregimiento.
DELEGADO. El pasado viernes, Mulino se reunió con los presidentes de los partidos políticos para presentarles las reformas a la CSS. Como el mandamás de RM sigue en la hamaca de la embajada, en su lugar acudió Camacho. ¿No había nadie más a quien encomendarle esta tarea? Ese colectivo tiene cinco vicepresidentes. Cuesta creer que ninguno de ellos fuera más apto que Camacho.

