ALAS. ¿Qué es lo peor que puede hacer un funcionario después de que el presidente de la República le llame la atención (en privado y en su conferencia de prensa)? Pues subirse a un avión para emprender un viaje de carácter personal. Cuando Jaime Díaz se enteró de que no seguiría en la dirección general del Ifarhu, ni siquiera estaba en el país. ¿Será que no quería recibir la carta de destitución en persona o simplemente tiene un pésimo sentido de la oportunidad?
VOY. Dicen por ahí que la desgracia de un ser humano es la suerte de otro. Algo parecido sucede en el Ifarhu. La salida de Díaz (que es el líder del frente juvenil de RM) representaría el ascenso de Gabriel Cajiga, el hasta ahora subdirector de la entidad, quien, como dato interesante, está vinculado al movimiento independiente Vamos. Seguramente este no insistirá en convertir a la institución en un refugio de sus correligionarios.
WWW. Mientras regala automóviles y adquiere laptops, el Meduca no es capaz de mantener en funcionamiento su página en internet. Por esa razón, tuvo que extender hasta el próximo jueves el período de postulación para el concurso de nombramientos de maestros y profesores, dado que el sistema colapsó ante el elevado volumen de visitas. Parece que, en ese ministerio, ahora es más importante la taquilla que la eficacia en el funcionamiento de sus recursos.
CORTOCIRCUITO. Mulino habrá sufrido un cortocircuito cuando se enteró de que Etesa organizó una parranda de Navidad el pasado viernes. El baile fue en el hotel Riu Plaza y costó $49,885. El 4 de diciembre, el ministro de la Presidencia, Juan Carlos Orillac, comunicó que estaban suspendidas todas las fiestas, agasajos y festividades navideñas “financiadas con fondos públicos”. Etesa seguramente alegará que no podía suspender la fiesta, porque estaba incluida en su convención colectiva. ¿Acaso el buen uso de los recursos estatales no es una de las obligaciones de las partes que suscribieron ese acuerdo, o ellas están por encima de la ley?
AGACHADOS. El diputado Ernesto Cedeño anunció que propondrá que la CSS reciba un aporte de los dividendos y demás beneficios que reciben mensualmente los notarios y otros funcionarios, como algunos cónsules. Ya era hora. Como dijo Cedeño, que aprendan a vivir con su salario, como hace todo el mundo.
