ROSCA I. Ayer, en su conferencia de prensa semanal, el presidente José Raúl Mulino le dijo al país que Giacomo Tamburrelli y Guillermo Ferrufino estaban horneando roscas en la cocina del centro femenino de rehabilitación. Pero, casi al mismo tiempo, la ministra Dinoska Montalvo indicó que es “totalmente cierto” que las roscas se elaboraron en el restaurante que es propiedad de Tamburrelli. Estamos mal: o nos miente el presidente de la República o nos miente la ministra de Gobierno, pero ambas versiones no pueden ser ciertas. Hay una tercera posibilidad: los dos están mintiendo, los exfuncionarios nunca hornearon roscas y por eso ha surgido esta confusión.
ROSCA II. Pero, ¿por qué el presidente piensa que las roscas se hornearon en una cárcel femenina? Pues porque eso fue lo que le contó Montalvo. Entonces estamos ante una cuarta posibilidad: la ministra le mintió a su jefe y, por eso, él le mintió a la población. Si esto hubiese ocurrido en el Día de los Inocentes, estaría perfecto.
MAESTRO. En la embajada de Nicaragua, el nini (ni está preso ni está en libertad) seguramente está añorando sus días en El Renacer. Si desde el principio se hubiese hospedado en ese centro de rehabilitación, ahora estaría más libre que una paloma. ¿Qué oficio habría podido enseñar a los demás, con el pretexto de salir de ahí? ¿A blanquear? ¿A contratar con el Estado?
CAJA. Ayer, Mulino se reunió con el exdiputado independiente Juan Diego Vásquez y con los presidentes de los partidos de oposición Benicio Robinson (PRD), Yanibel Ábrego (CD) y José Blandón (Panameñista), en busca de un consenso para la aprobación del proyecto de reformas a la CSS. Pero en la Asamblea, la Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo ha dado muestras de no tener ningún apuro: ayer declararon un receso, por lo menos hasta el 2 de enero. Y si la Caja se queda sin fondos, no es problema de ellos.