NECIO. En Ciudad Gótica, el mal no descansa. Y en la Asamblea, tampoco. El rechazo del proyecto de amnistía “política” en la Comisión de Gobierno podría no ser el final de esta historia, sino más bien el comienzo, ya que Camacho -valiéndose de la revocatoria de la condena de Valentín Martínez- anunció que solicitará que el pleno legislativo revoque esa decisión y lo apruebe. Camacho no logró que cuatro diputados (uno de ellos militante de CD) lo apoyaran en la Comisión de Gobierno, pero ahora pretende convencer a 36. Si se sale con la suya y finalmente liberan a los condenados y procesados en los casos New Business, Odebrecht y Blue Apple, no sería difícil imaginar que luego hagan lo mismo con los pandilleros, asaltabancos, estafadores y ladrones, ya que esos delitos son tan políticos como el lavado de dinero.
RESPUESTA. Anel Flores ha insultado a la diputada Grace Hernández, luego de que esta cuestionara la forma en que la Contraloría distribuyó los cheques al personal de la Asamblea. Según Flores, Hernández “se vendió como la santita”, pero no lo es. Hernández replicó con una galería de imágenes (proyectadas en una pantalla del pleno), que muestran el pasado de Flores como militante y exprecandidato presidencial del PRD. Eso es lo bueno de las hemerotecas: todo lo guardan.
VISITANTE. Martinelli negó haberse reunido con Varela, después de que Crispiano Adames dijera que el segundo “no sale de la embajada”. Como es la palabra de uno contra la del otro, estaría bueno imaginar de qué podrían hablar ambos expresidentes. No estarán recordando todas las tropelías que cometieron cuando eran amigos ni comentando la homilía del arzobispo Ulloa del Domingo de Ramos. Así que no sería extraño pensar que están conversando sobre qué harán una vez logren aprobar —a la fuerza— el proyecto de impunidad “política”.
SARCASMO. El diputado y exabogado del loco, Jamis Acosta, aseguró que “si Martinelli fuera culpable, hace rato estaría detenido”. Y si él dijera siempre la verdad, seguramente no estaría ocupando una curul.
NEGACIÓN. Karina Connell, presidenta de la Asociación de Servidores Públicos del Legislativo, declaró ayer en TVN que “de ninguna manera podemos admitir que existen botellas en la Asamblea”. Si ella labora ahí desde 2005, ¿dónde estaba cuando comenzaron a surgir las investigaciones sobre las planillas secretas y los promotores? Ahora anuncia que la asociación suspendió el paro que había declarado el pasado lunes. Si la Asamblea funcionó muy bien así, durante tres días, eso es una prueba inequívoca de que ahí hay una enorme cantidad de gente que sobra.

