GRACIA. La diputada Shirley Castañedas ha presentado un anteproyecto para establecer sanciones por las faltas al Código de Ética y Honor Parlamentario. Tiene gracia que sea ella la proponente, dada su estrecha relación con Bolota. Es casi tan cómico como cuando Raúl Pineda pretendía prohibir que se exigiera la presentación del récord policivo al solicitar un empleo.
ENTONADO. Según el canciller Martínez Acha, Martinelli ha bajado el “tono” de sus opiniones, en comparación con sus mensajes anteriores en redes sociales. Si se refiere a que ahora habla del Ron Abuelo, eso no es bajar el tono. Es simplemente otro mensaje errático, como muchos otros que ha escrito.
CHISTE. Volviendo al anteproyecto de Castañedas sobre las faltas a la ética parlamentaria, la lista de sanciones propuesta por la diputada es de lo más risible: amonestación oral, amonestación escrita, suspensión del derecho a voz en el período de incidencias por 15 a 30 días y multa equivalente a entre 1 y 7 días de salario. ¿De qué sirve castigar a los diputados quitándoles el uso de la palabra en un espacio en el que no tienen responsabilidad alguna? Una sanción real sería que respondieran legalmente por cada disparate e infundio que dicen desde la comodidad de la curul.
DESIDIA I. Todas las bancadas alegan estar listas para conformar las comisiones legislativas… pero no pasa nada. En ese relajo ya llevan cuatro semanas. ¿Acaso tienen miedo?
DESIDIA II. La Comisión de Presupuesto de la Asamblea no se reúne desde el pasado 26 de junio, es decir, hace más de un mes. A menos que se haya ejecutado el 100 % del presupuesto correspondiente a este año, a esta instancia todavía le corresponde avalar todos los traslados de partida y créditos extraordinarios solicitados por los ministerios y otras entidades. El año pasado, el MEF calculó que, en un mes “complicado”, se atienden hasta mil traslados de partida. Así que seguramente ahora mismo hay una pila inmensa de traslados por aprobar. ¿O será que ya se acabó la plata y, por eso, no hay ningún afán?

