‘FIESTO’. La ciudad de Panamá cumple hoy 500 años de fundación y nuestras autoridades hallaron el modo de afear el acontecimiento. El Consejo Municipal tendrá una sesión solemne hoy en la torre de Panamá Viejo, a la que invitó a Ricardo Martinelli, quien anunció que asistirá. Allí se topará con otro expresidente –Ernesto Pérez Balladares, que allí será declarado “hijo meritorio” por los concejales. Sería la primera vez que se encuentren desde que Pérez Balladares fue procesado por haber recibido fondos de Lucky Games, hace una década. Cuidado con los puñetes, y no nos referimos a Varela.
ESCÁNDALO. Las declaraciones del magistrado Harry Díaz ayer en Telemetro parecen haber desplazado la celebración de los 500 años. Desde intentos de soborno hasta acusaciones contra el tribunal del proceso de los pinchazos, cuyo fallo absolutorio a favor de Martinelli criticó acremente. Después de oírlo, la verdad es que no hay mucho que celebrar, aunque el loco sí estará en primera fila para festejar algo más que esos 500 años.
MORDAZA. Dijo la tía Mayín Correa que tomará acciones para evitar que las víctimas de los pinchazos mencionen su nombre. Si es funcionaria, ¿cómo evitará que hablen de ella? Los que no se atrevan a nombrarla más, solo tienen que enseñar uno de sus cientos de memes.
BERRINCHE. La diputada Yanibel Ábrego, expresidenta de la Asamblea Nacional, se quejó ayer de las críticas contra ese órgano del Estado por gastarse $300 mil en alquilar vehículos, principalmente para su directiva. Si no desean amargarse, prueben esto: usen su propio carro y dejen de creerse que el Estado son ustedes.
SUGERENCIA. El diputado Hernán Delgado presentó anteproyectos para llamarle Carlos Iván Zúñiga al corredor Norte y Guillermo Ford a la autopista Arraiján-La Chorrera. ¿Y qué tal si presenta otro anteproyecto para cambiarle el nombre al palacio de justicia, para que ya no se llame Gil Ponce, sino palacio Roberto Tejeira, Arlene Caballero y Raúl Vergara?
¿AMNESIA? Dice el presidente de la Asamblea Nacional, el diputado Marcos Castillero –tras una reunión ayer con periodistas– que “queremos una Asamblea de puertas abiertas y trabajamos en ese sentido desde el primer órgano del Estado”. Nada dijo de cómo hace unas semanas el personal de seguridad sacó a Gaby Gnazzo del palco de prensa primero, y luego del edificio de la Asamblea. O tiene muy mala memoria o estaba contando otro gastado cuento politiquero.
BIEN HECHO. Ayer el presidente Nito Cortizo dijo que el testigo protegido del juicio de los pinchazos permanecerá donde está. Un buen gesto para alguien que corre peligro. Ojalá el resto entienda el mensaje.