NUEVAS RUTAS. El Gobierno parece estar interesado en impulsar el turismo y está elaborando una lista de zonas de interés para los visitantes. Además de los lugares que ya ha identificado, quizás deba considerar que los turistas visiten la Asamblea, donde podrán disfrutar de un buen show circense, o el Palacio de Justicia, donde podrán ver escenarios exóticos, como un mercado persa de fallos, o magistrados que velan rabiosa y celosamente por los sagrados derechos de los delincuentes.
¡VIVA LA REVOLUCIÓN! Y, a propósito del Palacio de Justicia, ayer los magistrados recibieron la pintura de quien lleva el nombre el edificio que alberga la Corte Suprema de Justicia: Gil Ponce. Ojalá su imagen sirva de algo, porque como ya vimos hace unos días, no pocos quisieran colgar en sus paredes la imagen del caudillo mexicano Emiliano Zapata, después de que alguien escribió en uno de sus muros: “Si no hay justicia para el pueblo no habrá paz para el gobierno”.
ORADOR. Juan Carlos Varela reapareció en Medellín como conferencista en un congreso organizado por la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI). Todavía hay gente que le hace caso y le invita a sus eventos. Mientras, otros expresidentes ni siquiera pueden salir del país.
DE REGRESO. Fernando Duque es el nuevo director de Mercados del Municipio de Panamá. Ojalá lo haga mejor que como director de la Cadena de Frío.
BRAGUETAZO. La Federación Panameña de Natación, que preside Franz Wever, anunció la suspensión del campeonato nacional interclubes por la presunta baja participación de atletas. Según el nadador Diego Castillo, Wever canceló el evento apenas un día antes de su inicio por falta de planificación. ¿A quién le extraña? Lo más parecido que ha hecho Wever a la práctica de un deporte es bajarse la bragueta en el aeropuerto.
PINCHADO. Pérez Balladares confía en que, una vez se presenten los recursos correspondientes, los tribunales “rectifiquen” sobre la absolución de Martinelli, porque “es evidente que hubo muchísimos pinchazos”. Pérez Balladares era uno de los objetivos del Consejo de Seguridad y así esta reconocido en la vista fiscal. Una razón más para no haberle dirigido ni un saludo en el acto en Panamá la Vieja.