Este mes la Fundación Ciencia en Panamá está de aniversario. El momento es bueno para reflexionar sobre el aprendizaje y el desarrollo de esta agrupación que, tras nacer como un movimiento, ha sabido convertirse en una de las fuerzas vivas de la sociedad civil.
El propósito por el cual empezamos a movilizarnos fue la lucha reivindicativa por un presupuesto cónsono a las necesidades de una comunidad científica enriquecida por el retorno de una diáspora de profesionales que culminaban su entrenamiento de alto nivel o habían estado desarrollando sus áreas de investigación en otros lares, que ofrecían facilidades inexistentes en Panamá y estimulaban la innovación científica y tecnológica, que deseaban apoyar al avance de la ciencia en Panamá.
Fue un momento disruptivo. Por primera vez y de manera continua los científicos aparecían en los medios de comunicación tradicionales, con una participación que encontró su clímax en la pandemia del COVID-19. De entonces acá, la membresía de Ciencia en Panamá es contactada constantemente para asesorar en temas que van desde el aporte de la evidencia científica a la política pública hasta el relacionamiento de las ciencias y la diplomacia.
Un mes atrás, Ciencia en Panamá ofreció recomendaciones a las autoridades de la nueva administración del Estado para dar seguimiento a las 3 I’s de inversión, inserción e igualdad. Estas serán las herramientas que utilizaremos como medidores para los que gestionen la ciencia en el nuevo quinquenio a partir del próximo 1 de julio. Y dar seguimiento con indicadores y discutir estrategias para explicar resultados es algo que los científicos sabemos hacer muy bien, al igual que sugerir medidas para mejorar los problemas que surgen.
Las y los científicos de Panamá hemos hecho crecer el impacto de las ciencias. Así lo indican hechos, como la capacidad que tuvo la comunidad científica para diagnosticar y dar respuesta a la crisis sanitaria global, en la salud como en la cultura, las ciencias sociales y la tecnología, en proyectos como Copérnico, y hoy estamos a las puertas de la actividad microelectrónica y de semiconductores. Estos son logros alcanzados por un ecosistema de ciencias que colabora y avanza. Es una carrera de resistencia, no de velocidad, como bien lo sabemos desde Ciencia en Panamá. Feliz aniversario colegas.
La autora es farmacóloga y presidenta de Ciencia en Panamá.