En un mundo donde la tecnología avanza a un ritmo imparable y transforma cada aspecto de nuestras vidas, programas como el Samsung Innovation Campus (SIC) se convierten en catalizadores clave para preparar a la próxima generación de líderes tecnológicos. Ofrece una formación técnica de primera, brindando a jóvenes de todo el mundo la oportunidad de aplicar estos conocimientos en proyectos con impacto real en la sociedad. El programa busca empoderar a los estudiantes con habilidades tecnológicas esenciales y prepararlos para enfrentar los desafíos del futuro, tanto a nivel profesional como personal.
Uno de sus aspectos más inspiradores es su enfoque inclusivo. Desde su creación, ha sido un programa que ofrece oportunidades a jóvenes de diferentes contextos, algo que valoramos profundamente. Esta visión de inclusión es esencial, ya que permite que todos tengamos acceso a una educación tecnológica de calidad, una herramienta que puede marcar la diferencia en nuestras vidas y en nuestras comunidades.
En nuestro caso, fuimos parte de los 130 jóvenes seleccionados para participar en la cuarta edición del programa en Panamá, junto a otros estudiantes apasionados por la tecnología. Nosotros veníamos de Ocú y Panamá Oeste, respectivamente.
Durante seis meses, recibimos 240 horas de formación intensiva en Python e inteligencia artificial, conocimientos que no solo nos preparan para enfrentar los desafíos del mundo productivo, sino que también nos permitieron desarrollar habilidades blandas como la resolución de problemas, el pensamiento crítico y el trabajo en equipo. Esta formación integral es difícil de encontrar, y es uno de los aspectos que más valoramos del programa.
Un momento que marcó un hito en esta experiencia fue la Hackathon. Divididos en equipos, enfrentamos el reto de desarrollar soluciones tecnológicas en un tiempo limitado, lo que nos obligó a poner en práctica todo lo aprendido hasta ese momento. Los resultados fueron sorprendentes. Proyectos como NeuroEcoWaste Solutions y Mute Evolution demostraron el poder de la tecnología para resolver problemas sociales y ambientales. Ver cómo la inteligencia artificial y el Internet de las cosas pueden mejorar la vida de las personas y ayudar al medio ambiente nos hizo sentir que estábamos haciendo algo mucho más grande que simplemente aprender a programar.
Mute Evolution, por ejemplo, creó SignBuddy, un traductor de lenguaje de señas a texto basado en inteligencia artificial. Este proyecto no solo facilita la comunicación entre personas sordas y oyentes, sino que también tiene el potencial de cerrar la brecha de inclusión que enfrentan las personas con discapacidad auditiva. Por otro lado, NeuroEcoWaste Solutions diseñó una estación de reciclaje inteligente que utiliza IoT para clasificar desechos de manera eficiente, promoviendo el reciclaje consciente en Panamá. Estos proyectos son una prueba clara de que los jóvenes podemos utilizar la tecnología para generar un impacto real en nuestras comunidades.
A lo largo del programa, nos dimos cuenta de lo importante que es contar con espacios como el Samsung Innovation Campus. Este tipo de iniciativas no solo nos preparan para el mundo productivo del futuro, sino que también nos brindan las herramientas necesarias para ser agentes de cambio.
El mundo en el que vivimos está en constante evolución, y tener acceso a una formación que combina habilidades técnicas y blandas es crucial para enfrentar los retos de manera efectiva. El SIC nos enseñó que no se trata solo de aprender por aprender, sino de aplicar esos conocimientos para hacer del mundo un lugar mejor.
Hacemos un llamado a los jóvenes que, como nosotros, buscan marcar la diferencia. ¡Involúcrense! Programas como el Samsung Innovation Campus no solo nos brindan herramientas valiosas para desarrollarnos profesionalmente, sino que también nos permiten contribuir activamente al futuro de nuestras comunidades. El cambio está en nuestras manos, y depende de nosotros aprovechar estas oportunidades para liderarlo con conocimiento, creatividad y propósito. El momento de actuar es ahora. Juntos podemos construir un futuro más inclusivo, tecnológico y lleno de posibilidades. ¡Es nuestro momento de ser parte del cambio!
Los autores son egresados del LLAC 2023
