Un manejo responsable para la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá

Un manejo responsable para la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá
La CICH almacena no solo el agua para el funcionamiento del canal, sino también el agua potable que abastece Panamá y Colón. Foto de STRI


Todos conocemos el Canal de Panamá, la mayor infraestructura interoceánica del mundo. Pero, ¿qué sabes de la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá – CICH?

Con una superficie de 3 mil 435 kilómetros cuadrados y más de 239 mil habitantes, la CICH almacena no solo el agua para el funcionamiento del canal, sino también el agua potable que abastece Panamá y Colón. Es también una pieza clave del Corredor Biológico Mesoamericano y un gran pulmón verde con al menos 75% de vegetación natural y cuerpos de agua. Además, la cuenca tiene almacenadas 138 millones de toneladas de CO2, lo que supone la producción de más de 15 años del carbono que se produce en las áreas metropolitanas de Panamá y Colón. Por ello, resulta fundamental encontrar estrategias que permitan conservarla.

Recientemente desde el Banco Interamericano de Desarrollo y la Autoridad del Canal de Panamá presentamos la Estrategia de Desarrollo Sostenible y de Descarbonización (EDSD) y el Plan Indicativo de Ordenamiento Territorial Ambiental (Piota) de la CICH, que apuntan hacia cumplir con el compromiso socioambiental para la gestión sostenible de la Cuenca. Esto, a través del apoyo en el manejo integrado del territorio con una visión integral, incluyendo ecosistemas y áreas protegidas, con un enfoque de descarbonización, resiliencia al cambio climático y desastres, que permitan conservar el recurso y mejorar las condiciones socioeconómicas existentes.

Con la EDSD y el Piota, se podrá actuar desde puntos como la regulación del desarrollo de actividades productivas, garantizar la preservación del patrimonio natural y la biodiversidad; asegurar la adaptación y promover la mitigación del cambio climático de la cuenca y mantener una gestión integrada y sostenible del crecimiento de las áreas pobladas. Con estos instrumentos, nos estamos adelantando a situaciones futuras que sugieren los pronósticos de clima para 2040 y 2070 y de crecimiento poblacional, y que requieren, entre otros:

•Una gestión eficiente de los recursos hídricos;

• Un redimensionamiento de la infraestructura de distribución y tratamiento de agua para cubrir futura demanda para usos urbanos e industriales;

• La puesta en práctica de medidas de adaptación que contribuirán a reducir la vulnerabilidad climática de los receptores: población, hábitat urbano, actividades socioeconómicas, infraestructuras y servicios, valores ambientales.

Estos esfuerzos son posibles gracias al apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través de asistencias técnicas financiadas con recursos no reembolsables, que buscan que la cuenca hidrográfica del Canal se convierta en un modelo de referencia para el manejo socioambiental sostenible y están en línea con la Visión 2025 del BID, nuestra hoja de ruta en la región y la Estrategia del BID con Panamá para el periodo 2021-2024. En esta, uno de los pilares estratégicos es la reactivación y diversificación de la economía de Panamá, considerando también la reducción de los riesgos de desastres naturales y efectos del cambio climático, donde se valora como los recursos hídricos son fundamentales para el funcionamiento del Canal de Panamá.

La autora es especialista senior en desarrollo rural y ambiente del BID


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