¿Qué se habrá ingerido el “paciero” para prepararse para su visita a Panamá?
No solo se ha metido con Panamá, sino con toda Centroamérica. Se cree tan omnipotente que pretende dictarle a todos los países con quién hacer o no negocios. En la Conferencia de Seguridad Centroamericana aseguró que la era de capitular ante la coacción de la China comunista ha llegado a su fin. ¡Qué disparate más grande! Y parece que no se ha visto en el espejo, porque quienes andan con el garrote en la mano y extorsionando a medio mundo son los desquiciados de Gringolandia.
Como muestra de su prepotencia, dijo que “es algo que no vamos a permitir”, lo cual deja claro que desde ya están interviniendo en las soberanías y la libre determinación de los países centroamericanos.
Este “paciero”, consumidor de “tierras estratégicas”, ya no recuerda lo que dijo su desquiciado jefe refiriéndose a los países del hemisferio: algo como “Nosotros no los necesitamos a ellos y ellos nos necesitan más a nosotros”. Y ahora sale con que es necesario alinear al continente americano. Quiere disuadir y enfrentar esos intentos inexistentes de China y, de paso, amenaza con acciones bélicas para erradicar a “las fuerzas militares de la China que tienen presencia en el hemisferio occidental…”. ¡Si tienen miedo, que se compren un perro!
Refiriéndonos a la supuesta declaración conjunta que hizo con el Mero Mutis, es increíble que de conjunta no tenga nada, porque las versiones cambian según la audiencia. En la versión en inglés no se menciona la palabra soberanía, ya que es una palabra vulgar para el Desquiciado, y no cumpliría con su propósito de retomarse el Canal. En cambio, la versión panameña sí resalta la palabra soberanía, porque si no se incluye —aunque sea mentira— se le prende el rancho al gobierno en Panamá.
Definitivamente toca migrar de Mero Mutis a Gringuillo, ya que eso refleja el “arrastrómetro”.
Tomando información de la versión en inglés —porque es difícil saber a cuál de las partes creer— mejor nos enfocamos en lo malo, y así no nos equivocamos. Les reitero el dicho: “Los hombres blancos (léase los emisarios del Desquiciado) que nos visitan hablan con lengua bicéfala”, o sea, con lengua partida. ¿Se les habrá partido también la lengua a nuestros gobernantes?
Resulta que, en el comunicado conjunto del 8 de abril de 2025, se hablaba de negociar un mecanismo para compensar los $230 millones en supuesta asistencia técnica y cooperación en seguridad que los gringos gastaron en los últimos cinco años. Pero un día después, raudamente, el “paciero” declaró que los buques de guerra tendrán paso gratuito por el Canal como compensación por servicios, blandiendo el garrote en todo su apogeo. ¿Negociación relámpago o imposición? ¡Más acuerdos de kilombo!
El “paciero” no podía irse sin llevarse una “victoria”, como lo hizo el Marco Fulo en su visita anterior. Ya el secreto a voces salió a relucir: se instalan en Rodman y Fuerte Sherman para aumentar la presencia militar rotativa a largo plazo. O sea, que no son bases militares, sino “sitios de larga estancia” para satisfacer el ego de Gringolandia. Se le cayó la mentira al Gringuillo: ¡No se van a instalar bases militares en Panamá!
Dicho comunicado reitera que van a militarizar las fuerzas panameñas en aras de proteger el Canal, lo cual suena a que pronto tendremos nuevamente en acción unas Fuerzas de Defensa, versión siglo XXI, al estilo del Noriegato. No seamos ingenuos y no nos sorprendamos si ocurre un “autoatentado” contra el Canal, realizado por privateers o corsarios, para justificar la permanencia de tropas militares gringas en Panamá. Y de paso, que hasta nos cobren por tenerlas aquí.
Recuerden que cuando los gringos manejaban el Canal, nunca generaba utilidades, porque la gran mayoría de los ingresos se usaban para sufragar el presupuesto de las bases y los efectivos estacionados en la extinta Zona del Canal. Ya los dejamos meter la mano en nuestra alcancía, y seguro pronto se la van a robar.
¿Cómo será el acuerdo de Rodman y Fuerte Sherman? ¿Tendremos que pagarles nosotros para que se instalen, como en la concesión del ferrocarril, donde pagamos alquiler por nuestra propia tierra?
Los gobernantes actuales parecen estar embelesados, cautivados, fascinados o hechizados por la música que les tocan, y bailan al son que les pongan. Por eso nunca sabremos las condiciones de acomodo que otorgan. Los Bunau Varilla de hoy siguen traicionando a la patria y mancillando los logros de la gesta del 9 de enero, cuyos próceres deben estarse revolcando en sus tumbas. ¿Será que están negociando que les otorguen la nacionalidad gringa?
Panamá sigue perdiendo en todo el sentido de la palabra, tanto con los enemigos externos como con los internos. Ya el tema del asilado convicto perdió vigencia, porque lo que se nos avecina es un tsunami de gran magnitud.
¿Ya será hora de sonar las pailas y los pitos a las 7:00 de la noche, como se hacía en tiempos del MAN? Aquí entra la iniciativa individual de un buen ciudadano.
El autor es ciudadano.
