Desde hace unos días, los medios de comunicación y las autoridades de salud han destacado la aparición de casos de viruela símica o viruela del mono en diversos países. Esta enfermedad es una infección causada por un virus muy similar al que causa la viruela en seres humanos, esta última erradicada en 1980, gracias a la vacunación, pero que por siglos afectó a la humanidad. La viruela símica fue descubierta en 1958 en primates en cautiverio, de ahí su nombre; sin embargo, no se sabe con certeza cuál es su principal reservorio animal. Se sospecha que pudieran ser roedores y que los humanos, al igual que otros primates, son infectados sólo ocasionalmente.
Esta enfermedad es endémica en países del oeste y centro de África, pero desde hace varias semanas se han reportado casos en casi una veintena de países fuera del continente africano.
La detección de estos casos ha, lógicamente, alertado a la comunidad científica y en estos momentos se están investigando las razones para este comportamiento inusual.
¿Cómo se manifiesta la viruela símica en los humanos? Los síntomas iniciales son inespecíficos y consisten en fiebre, malestar, dolor de cabeza, tos y dolor de garganta. Con frecuencia también se inflaman los ganglios linfáticos del cuello. Unos pocos días después de iniciado estos síntomas, se desarrolla una erupción o brote en la piel de todo el cuerpo, que es más evidente en las extremidades y la cara. Esta erupción evoluciona de manchas a pequeñas ronchas o pápulas y luego a vesículas con líquido dentro que se torna turbio, formando pústulas y finalmente costras que, después de 2 a 3 semanas, se caen, dejando con frecuencia marcas cicatriciales. El diagnóstico se confirma con la prueba de reacción en cadena de la polimerasa o PCR, realizada a muestras de las lesiones o sangre, detectando la presencia del ADN del virus.
Las lesiones de la viruela símica pudieran confundirse con las de la varicela y otras enfermedades comunes de la piel, pero hay características clínicas y epidemiológicas que ayudan al médico a sospechar el diagnóstico correcto.
¿Cómo se transmite? Comúnmente, los casos en África resultan del contacto directo con animales; sin embargo, la transmisión persona a persona se ha documentado previamente. Ésta ocurre por contacto directo con los enfermos, por gotas respiratorias o hasta por contacto con objetos, como ropa de cama y otros utensilios. Una persona infectada puede transmitir la enfermedad desde unos pocos días antes de la erupción hasta que las lesiones secan y sanan totalmente.
¿Qué tan peligrosa es la viruela símica? En los estudios realizados en África se ha estimado que la letalidad oscila entre un 1% a 11%. Sin embargo, la edad (niños), el estado de salud, la vía de infección y el estado inmunológico de la persona influyen en la severidad de la enfermedad. La información disponible sobre las consecuencias de una infección por viruela símica en mujeres embarazadas es muy limitada, pero hay reportes de complicaciones serias para el feto en un estudio realizado en África.
¿Existe algún tratamiento o vacuna? Sí, las vacunas desarrolladas contra la viruela humana confieren protección contra la viruela símica. Las personas que antes de 1980 fueron vacunadas contra la viruela tienen buena protección, según los estudios publicados. Igualmente, si una persona se expone a un animal o persona infectada puede vacunarse contra la viruela, de ser posible en menos de 4 días de ocurrida la exposición, y padecer una enfermedad más leve o no desarrollar la enfermedad del todo. Además, existen varios medicamentos que han demostrado eficacia en estudios con animales contra este tipo de virus y, en teoría, pudieran utilizarse en los casos más severos. Una limitante real de las vacunas y de los tratamientos es su disponibilidad.
Como la viruela fue eliminada hace más de 40 años, pocos países cuentan con la vacuna o los tratamientos. De hecho, en Estados Unidos, existe una reserva estratégica de vacunas contra la viruela humana, como preparación para responder a un potencial uso de este virus como arma biológica. Con la aparición de estos nuevos casos de viruela símica se ha informado que parte de esta reserva estratégica se va a liberar para su uso en el brote actual.
¿Puede la viruela símica convertirse en una pandemia similar a la covid-19? Es muy poco probable. Primeramente, esta enfermedad se considera menos transmisible entre humanos, se cuenta con varias vacunas efectivas y una parte de la población ya tiene protección por haber recibido la vacuna contra la viruela antes de su erradicación. El período de incubación es también un poco más largo que con la covid-19, lo que da tiempo para aplicar la vacuna (si está disponible) y aislar a la persona expuesta antes que pueda transmitir la enfermedad.
Igualmente, la erupción característica ayuda en la sospecha del diagnóstico y en la implementación de las medidas de aislamiento.
¿Qué debe hacerse en este momento? Los trabajadores de la salud deben aprender a reconocer la viruela símica y mantener un alto índice de sospecha ante cualquier caso con este tipo de erupción. Los hospitales y centros de atención deben repasar el aislamiento y precauciones necesarias ante este tipo de casos. El Instituto Gorgas debe trabajar en la implementación de la prueba diagnóstica, si es que no la tiene lista ya. El Ministerio de Salud debe, con la asesoría de la Organización Panamericana de la Salud, prepararse para la respuesta y contención (de darse casos en Panamá) y evaluar la adquisición de las vacunas de considerarlo necesario. Todos los demás debemos seguir como siempre: lavarnos las manos con frecuencia, estar bien informados y buscar atención si presentamos los síntomas. Creo que, después de más de dos años de pandemia, somos casi expertos en enfrentar enfermedades infecciosas. ¿Verdad?
El autor es médico, especialista en enfermedades infecciosas