En este mes de noviembre, a todos los panameños nos llegan al corazón dos términos muy profundos y sagrados: nación y patria. El término nación proviene del latín natio, que significa “nacer” o “el lugar donde nací”. Este término se refiere a un conjunto de personas que comparten una misma lengua, cultura y tradiciones, que conforman un único pueblo y que, al compartir un mismo lugar de procedencia, se emparentan.
Igualmente, el término patria, que se deriva del latín patrius, se refiere a la tierra de nuestros padres o antepasados. Para los panameños, nuestra nación y patria, es decir, la tierra donde nacimos y la tierra de nuestros padres y antepasados, es Panamá, y nuestra nacionalidad es panameña. Por ese sacrosanto motivo, todos somos compatriotas, es decir, compartimos patria. A todos los panameños, ya sean de nacimiento o que hayan adoptado a Panamá como su patria y nación, en este mes, felicidades y ¡que viva Panamá!
En las publicaciones anteriores, del 22 de octubre y 2 de noviembre, realizamos un análisis prospectivo sobre el escenario nacional y regional, plagado de incertidumbres y peligros que comprometen la seguridad de la nación panameña, así como su paz y estabilidad, requisitos necesarios para que la libertad y la democracia puedan desarrollarse bien. La volátil inestabilidad internacional, las amenazas a la paz y seguridad interna, los efectos del cambio climático con sus inundaciones y un cada vez más robusto crimen organizado son los adversarios con los que el Estado panameño deberá enfrentarse en 2025 por el bienestar de su población.
Pero, si ya hemos diagnosticado el escenario, identificado los peligros que nos amenazan y reconocido las necesidades de seguridad de la república de Panamá, entonces ¿qué debemos hacer?
Formulación de una política pública de seguridad
El gobierno, entre sus funciones, tiene la dirección política de la seguridad en Panamá; por lo tanto, la formulación de una política pública de seguridad debe ser liderada por el Ministerio de Seguridad (Minseg) a partir de los lineamientos del plan de gobierno del presidente de la República. Este ministerio debe proponer una guía que oriente los esfuerzos del Estado panameño para resolver los problemas de seguridad y vencer los peligros que nos afectan, creando un vínculo de responsabilidad compartida entre el gobierno y sus ciudadanos para la resolución de estos problemas. Esa guía es la política nacional de seguridad para la protección ciudadana y defensa de los intereses nacionales.
El Órgano Ejecutivo, como responsable de la dirección política de la seguridad, debe formular una política pública de seguridad para Panamá en respuesta a “qué hay que hacer” y “por qué hay que hacerlo”, basado en su visión estratégica del problema. Así, proporcionará una guía a sus instituciones sobre “cómo hacerlo”. Este proceso incluye:
Realizar un diagnóstico general del problema de seguridad existente en Panamá.
Identificar los objetivos o metas que la política pretende alcanzar.
Diseñar las estrategias o formas de alcanzar esos objetivos y sus líneas de acción.
Suministrar los medios que se emplearán para resolver los problemas de seguridad.
Velar por la eficacia en la ejecución de los esfuerzos y la evaluación de los resultados.
Ejemplo:
¿Qué? (objetivo general): “Consolidar y sostener la seguridad en todo el territorio de la República de Panamá”.¿Por qué?: Para mejorar la calidad de vida de todos los panameños, garantizar la integridad de nuestro territorio y la protección de los recursos, así como asegurar el ambiente de paz y estabilidad que Panamá necesita para su desarrollo.
Una política pública de seguridad representa el norte que guía las funciones de un gobierno para la resolución de sus problemas de seguridad. Esto evita las improvisaciones, la duplicidad de funciones, los esfuerzos aislados y proporciona más control estratégico para lo operacional.
El autor fue subdirector general del Servicio Nacional de Fronteras y es especialista en el campo de la seguridad y defensa.
