Hace un par de semanas tuve oportunidad de participar en la sesión de la subcomisión de la Asamblea Nacional que discute el proyecto de Ley No. 748, propuesto por Conato, que reforma la Ley 51 de 27 de diciembre de 2005 de la Caja de Seguro Social.
En el artículo 45, de dicho proyecto, se elimina el subsistema mixto y el sistema de pensiones solo se queda con el subsistema exclusivamente de beneficio definido (SEBD).
Pero la pregunta obligada es entender: ¿por qué los proponentes recomiendan esta eliminación?
Simplemente quieren echarle mano a las reservas que acumula el subsistema mixto para pagar las jubilaciones del SEBD, ya que, este último está quebrado.
En otras palabras, es eliminar el sistema mixto sostenible para “salvar” uno quebrado que nunca tendrá sostenibilidad financiera y peor aún, se estarían expropiando ahorros privados de casi 700 mil jóvenes eliminando la posibilidad de pensionarse algún día.
Veamos primero ¿Por qué el subsistema mixto tiene reservas y creciendo cada año?
La razón es muy clara. Porque desde 2007 solo acumula reservas ya que no hay pago de jubilaciones que solo se inician en la década de 2030. Es decir, que estos fondos están comprometidos para pagar las jubilaciones de los miembros, mayormente jóvenes, cuando les toque sus jubilaciones.
Veamos ahora, ¿Qué pasa cuando se unen los dos subsistemas:
El Informe Actuarial de la Junta Técnica Actuarial (JTA) presentado en febrero de 2021, contesta esta pregunta. A solicitud especial de la Junta Directiva de la Caja de Seguro Social, analizaron “el potencial impacto de una consolidación de los subsistemas exclusivo de beneficio definido y el subsistema mixto.” El estudio concluye, entre otros puntos, que la consolidación cuadruplica el déficit máximo por año de aproximadamente $3,000 millones a $13,000 mil millones. Y sentencia al final:
“Por lo anterior, esta Junta Técnica Actuarial no recomienda un escenario de consolidación de sistemas por el inminente riesgo económico y financiero que consigo traería.”
Consolidar los sistemas, como única medida de reforma a los programas de pensiones, es decretar su liquidación sin que se le repongan, a los miles de panameños que ahorraron para jubilarse, los dineros que otros se llevaron.
Esto no es solo inaceptable sino un crimen para nuestra población.
Las consecuencias de consolidar ambos sistemas ponen al Estado en una situación de insostenibilidad ya que el crecimiento de los niveles de déficits crearía tal impacto en la economía nacional que habría que aumentar impuestos y cuotas a niveles impensables en este momento y lo peor es que no alcanzaría para cubrir los déficits.
El impacto a la nación sería tan nefasto que no habría suficientes fondos para hacerle frente a sectores fundamentales para el desarrollo como son la salud, educación, agua, infraestructura, subsidios a los más pobres y otros.
Este es el problema que se nos vendrá encima de consolidar ambos sistemas.
La sustentación económica de la propuesta del proyecto de consolidación de ambos sistemas, es decir; lo que quiere este Proyecto de Ley 748 es como su nombre lo dice la consolidación de ambos sistemas y este escenario ya fue estudiado, analizado actuarialmente y rechazado “por el inminente riesgo económico y financiero que consigo traería”, tal como sentenció la JTA. No existe sustentación económica seria para respaldar este proyecto.
Para terminar, es claro que consolidar los sistemas sería un desastre nacional y siempre quiebra. La crisis que se generaría sería tal que estaríamos caminando por un sendero similar a la crisis de Grecia ocasionada por la inmensa deuda generada por los déficits de las pensiones. Las consecuencias fueron funestas para esa nación e igual nos puede ocurrir a nosotros.
Por lo anterior, es urgente hacer un alto a esta discusión ya que actuarialmente hay un dictamen negativo por parte de la JTA. Lo que corresponde ahora es que la JTA y la OIT, como tercer garante, hagan las corridas de todas las propuestas presentadas por los sectores. No hacerlo sería desastre económico para la nación panameña. Es un riesgo que no podemos tomar.
El autor es consultor