Regístrate para recibir los titulares de La Prensa en tu correo


Exclusivo Suscriptores

Yo no olvido el año viejo

En los años de mi infancia las celebraciones de diciembre en Masatepe se agotaban con la Nochebuena, y aunque el pequeño árbol de Navidad de material sintético sobrevivía hasta pasado el fin de año en una esquina de la sala, los 31 de diciembre nos íbamos a la cama antes de la medianoche, y me despertaba al estallido de los cohetes que sonaban lejanos, mientras el pueblo permanecía en silencio, y a oscuras.

O es que, quizás, de alguna casa donde celebraban -pereque se llamaba entonces a las fiestas ruidosas- venía la música de un tocadiscos que una y otra vez tocaba la cumbia El año viejo, cantada por Tony Camargo, “Ay, yo no olvido al año viejo/Porque me ha deja’o cosas muy buenas/Mira/Me dejó una chiva, una burra negra/Una yegua blanca y una buena suegra…”, de Crescencio Salcedo, quien compuso otras joyas como La múcura que está en el suelo…, que fue a dar a la voz de Benny Moré, y Se va el caimán, se va para Barranquilla…, cantada por el bachiller José María Peñaranda, que elevó las vulgaridades de palabra a la categoría de arte, baste recordar su célebre Opera del mondongo.

Para la cena de Nochebuena un chompipe, el pavo indígena, que se criaba a lo largo del año en el patio, y cuando iba a ser sacrificado recibía como gracias final un trago de ron que se le administraba abriéndole el pico en medio de aleteos de resistencia, sospecho que no con la intención de hacer más llevadera su muerte, sino que para ablandarle la carne.

Era una de las ocasiones en que mi madre entraba en la cocina, dotada de una estufa con una chimenea que aventaba el humo oscuro por encima del techo, para dorar el chompipe y preparar el relleno, una mezcla barroca donde entra el pan rallado, la carne de cerdo, la mantequilla abundante, el dulce de rapadura, uvas y ciruelas pasas, aceitunas en salmuera, alcaparras y cebollas encurtidas, cuya receta Tulita, mi mujer, conserva en la memoria; la receta de su madre, pues hay una por cada familia nicaragüense.

El último día del año se cenaba un humilde nacatamal, que para mí era igual de suculento, la masa de maíz adobada con achiote y compuesta con carne de cerdo, en su envoltorio de hojas de plátano, y que en nuestra temporada de Berlín en los años setenta Tulita solía hacer, con mi modesta ayuda, en tributo a la nostalgia culinaria que siempre persigue a los exiliados, envolviéndolos en papel de aluminio porque las hojas de plátano sólo era posible conseguirlas robándolas en el Botanischer Garten.

Si ahora quisiéramos celebrar el año nuevo con nacatamales en Madrid, en este año tercero de nuestro segundo destierro, las hojas de plátano son fáciles de conseguir en las tiendas de comestibles de los bangladesíes e hindúes de Lavapiés, o bien los nacatamales, clonados a la perfección por manos nicaragüenses, se pueden encargar a domicilio.

Nos fuimos a vivir a Costa Rica en 1964 después de casarnos, y estábamos de vacaciones en Masatepe cuando ocurrió el terremoto que destruyó Managua, recién pasada la medianoche del sábado 23 de diciembre de 1972, 20 mil muertos, y el éxodo forzado de la población entera.

Masatepe comenzó a llenarse de refugiados que acampaban en las aceras y en el atrio de la iglesia, deambulaban en el parque central y frente a la tienda de mi padre, que ocupaba la pieza esquinera de nuestra casa, una multitud como en las fiestas patronales sólo que silenciosa y desconcertada; y no hubo celebración navideña, ni tampoco de año nuevo, porque era un duelo, y a nadie se le ocurría congregarse para festejar a la vista de tanta desgracia paseándose frente a las puertas.

Quizás un año nuevo madrileño sea sentarse frente al televisor para ver la celebración de Puerta del Sol, y comerse mientras tanto las uvas que ya vienen en cajitas de doce unidades. Y quizás ser madrileño signifique que cuando aterrizo en Barajas siento, de alguna manera, que estoy volviendo a casa.


La Prensa forma parte de

The Trust Project


COMENTARIOS


Última Hora

  • 05:08 Dolor en Santo Domingo: más de 98 vidas perdidas en el colapso de la discoteca Jet Set Leer más
  • 05:05 Al Grano: La casa vuelve a perder y ni se da cuenta Leer más
  • 05:04 Maminda, la de las Islas de San Bernardo Leer más
  • 05:03 Moody’s anticipa expansión del crédito bancario en Panamá, impulsada por un crecimiento económico del 4.5% Leer más
  • 05:02 Tal Cual Leer más
  • 05:02 Hoy por Hoy: Publiquen la auditoría Leer más
  • 05:02 Dos contralores, dos versiones: opiniones opuestas sobre la auditoría al contrato de PPC Leer más
  • 05:01 Jonathan Saavedra está a la altura de las leyendas Leer más
  • 05:00 ¡Panamá no es patio trasero de nadie! Leer más
  • 05:00 Israel niega la ‘escasez de ayuda humanitaria’ en Gaza y acusa a Guterres de difundir ‘calumnias’ Leer más

LAS MÁS LEÍDAS

  • CEO de BlackRock estima que la compra de puertos en Panamá se prolongará nueve meses. Leer más
  • Médico y funcionarios destituidos tras negar atención a estudiante en Ulaps de Capira; CSS defiende el proceso en el caso disciplinario. Leer más
  • El 17 de abril se pagará el primer bono de $50.00 a jubilados y pensionados. Leer más
  • Comando Sur logra un marco para establecer entrenamientos a largo plazo en Panamá. Leer más
  • Optimismo en Panamá por compra del ferrocarril del Canal de Panamá por división de Maersk. Leer más
  • Restos de oro, motobombas y ocho campamentos: lo que encontraron las autoridades en operativo contra la minería ilegal. Leer más
  • Cancillería destituye al embajador de Panamá en Rusia a dos meses de su nombramiento. Leer más

Recomendados para ti


DESTACADOS

  • 05:05 Al Grano: La casa vuelve a perder y ni se da cuenta Leer más
  • 05:02 Tal Cual Leer más
  • 05:02 Hoy por Hoy: Publiquen la auditoría Leer más
  • 05:00 ¡Panamá no es patio trasero de nadie! Leer más
  • 05:00 Panamá en la encrucijada: entre el potencial estratégico y la mala gestión Leer más