Una vez más no se pudo celebrar el juicio contra el ex presidente Ernesto Pérez Balladares, procesado por el supuesto delito de calumnia e injuria en perjuicio del ex contralor de la República Alvin Weeden.
Ahora, la razón es que Ismael Jaramillo –abogado defensor del acusado desde el viernes pasado– presentó una recusación contra la juez undécima penal suplente, Josefina Sclopis, lo que ocasionó ayer la suspensión del proceso.
El expediente está ahora en manos de otra juez, la décimo segunda penal, Marlene Morais, quien determinará si hay méritos para acoger el pedido de Jaramillo y separar a Sclopis del caso.
Esta es la segunda ocasión en que el juicio se suspende por causa de la defensa de Pérez Balladares.
El 28 de junio –fecha original de la audiencia–, el proceso se suspendió porque el entonces abogado del ex gobernante, Luis Cabezas, presentó un certificado de incapacidad médica.
En aquel momento, Sclopis reprogramó la audiencia para el 12 de julio, y le informó a Cabezas que él o el abogado sustituto Gustavo Blanco tenían que comparecer. Si no lo hacían, actuaría un defensor de oficio.
Lo que sucedió, sin embargo, fue la sustitución del abogado Cabezas y la presentación de la citada recusación por el nuevo defensor de Pérez Balladares.
Weeden, que sí acudió al juicio de ayer, calificó lo sucedido como “prácticas dilatorias” de la defensa, ya que Pérez Balladares no puede “probar” los calificativos que le endilgó hace cinco años.
“No puede, y ahora se esconde en todo tipo de argucias para no enfrentar el juicio”, aseguró.
El ex contralor querelló a Pérez Balladares en el año 2005, luego de que este escribiera un artículo de opinión en el que le llamó “maleante” y “narcolavador”.
