“Hay Dios mío, viene el camión”, esas fueron las últimas palabras que logró escuchar Gaspar Peña del conductor del bus, Euclides Vergara, quien falleció en el accidente de tránsito ocurrido el pasado jueves en Las Garzas de Pacora.
Peña, de 47 años, y a quien tras la tragedia lo han denominado “El ángel caído”, iba sentado en el primer puesto, a la mano derecha, del bus, hasta que el impacto de la colisión lo expulsó por la puerta.
Gaspar es barbero ambulante, y aquella noche terminó su jornada de trabajo en Concepción, Juan Díaz, barrio en el que pasó su niñez junto a sus ocho hermanos.
Antes de viajar hacia Las Garzas de Pacora, se dirigió a casa de su hermana Jazmina para darle las buenas noches, como acostumbraba. Minutos más tarde se convirtió en uno de los protagonistas de una película de terror.
“¿Cómo te sientes?”, fue lo primero que atinó a decir Jazmina al ver a su hermano tendido ya en una cama de la sala de trauma del Hospital Santo Tomás. “Bien, pero se me perdió mi maletín con los instrumentos de trabajo y los paquetes del súper que llevaba para la casa”, dijo Gaspar, quien es uno de los 17 sobrevivientes.
Gaspar, padre de cuatro hijos, relató que junto a él iba un pasajero que tosía sin taparse la boca, situación que lo incomodaba. Afirma que pensó cambiarse de puesto, pero una voz en su interior le dijo: “No te cambies”.
“Él es un milagro”, dijo Jazmina Peña, su hermana menor, mientras le daba gracias a Dios por haberlo salvado.
Una explosión dio aviso de que algo trágico había ocurrido. Elizabeth Taylor, residente de Las Garzas, narró que escuchó el estruendo del choque. Al principio pensó que se trataba de la explosión de un transformador; sin embargo, unos 20 minutos después escuchó las sirenas de las ambulancias e imaginó que no era nada bueno. Los primeros informes noticiosos confirmaron su sospecha: le anunciaron que se trataba de un bus de Las Garzas de Pacora.
“Todos sabemos que a esa hora, en esos buses solamente viajan personas de la comunidad”, manifestó. En la medida que transcurría el tiempo, agregó, aumentaba la incertidumbre, porque se empezaron a escuchar nombres de personas que les eran conocidas.
Eran las 10:00 de la noche del jueves y Victoria Muñoz se encontraba en la parada de buses de la Casa del Zinc, en la 24 de Diciembre.
Ella había estado en la vivienda de su hijo y decidió trasladarse a su casa, ubicada en Las Garzas de Pacora, en autobús, pero justo cuando se disponía a abordar el bus de la ruta interna 24 de Diciembre-Las Garzas de Pacora, su hijo la llamó al celular y le dijo: “Mamá, quédate allí, que yo te voy a llevar a tu casa, en el carro”.
Cuando Muñoz llegó a su casa a las 11:00 de la noche, se enteró por una vecina que tres vehículos: un camión articulado con placa 528141, un autobús con matrícula 372995 (cuyo cupo es 8RI-7784) y un vehículo 4x4 con placa 200649 habían colisionado.
Poco tiempo después, cuando su hijo retornaba a su casa en la 24 de Diciembre, se encontró con el accidente. El hecho lo dejó desconsolado y regresó al hogar de su madre, que por suerte del destino no abordó ese transporte público.
Muñoz dijo sentirse afortunada, pues fue un milagro de Dios que no se subiera al bus; y lamentó la tragedia de sus conciudadanos.
Al dolor de la comunidad se unió el personal docente de la escuela Presidente Valdez. Floreida Gil, directora del plantel, ayer recorría cada una de las casas de los alumnos que habían perdido a sus padres. En horas del mediodía habían confirmado que cinco de las personas fallecidas tenían hijos en la escuela.
“Tenemos un caso de tres niños que quedaron sin padre, ni madre”, precisó.