La mejor agua del mundo. O una de las mejores.
Por décadas, el agua potable de Panamá estaba entre las mejores del planeta.
Tomar agua del grifo era seguro. Muy seguro.
Sin embargo, un estudio encargado por La Prensa reveló que en algunas zonas de la ciudad capital y sus alrededores, el agua no cumple los parámetros de calidad exigidos por la ley. En otras áreas, el resultado fue óptimo.
El agua potable que llega a los hogares de la ciudad de Panamá y sus alrededores a través de la red del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) es procesada y tratada por ocho plantas potabilizadoras. Seis son operadas por el propio Idaan (Las Mañanitas, Pacora, Cabra, Mendoza, Chilibre y Tocumen), mientras que las restantes dos (Miraflores y Laguna Alta) se encuentran bajo la responsabilidad de la Autoridad del Canal de Panamá.
Los índices más altos de posible contaminación del agua potable se dieron en el sector de Panamá este. Así lo determinó un análisis que se realizó entre los pasados 7 y el 12 de octubre para medir la calidad del agua potable que envían a la red las ocho plantas potabilizadoras que abastecen a la ciudad capital y sus alrededores.
El estudio fue elaborado por los laboratorios privados Inmunotec S.A. y Laboratorio Industrial de Análisis Químico S.A., quienes realizaron pruebas a muestras que se tomaron en diferentes áreas de la capital, Arraiján y La Chorrera para conocer el nivel de bacterias y la composición química del agua que consume la gente.
Tres de las ocho muestras que se analizaron arrojaron que el agua que se bebe en el área de Panamá este no cumple con el estándar de calidad establecido en la Resolución 597 del 12 de noviembre de 1999, que establece los requisitos físicos, químicos, biológicos y radiológicos que debe cumplir el agua potable.
Según el estudio, el agua de las plantas potabilizadoras que abastecen a la mayoría de la población de la ciudad capital sí cumple el estándar requerido. También el agua que se consume en Arraiján y La Chorrera se encuentra dentro de los parámetros establecidos por la norma.
En contraposición, los números que arrojaron las zonas de la Tercera Etapa de Las Mañanitas, Altos de Tocumen 3 y Pacora se encuentran por arriba de lo permitido. En este sector, según el estudio, se detectaron altas dosis de coliformes fecales.
Los coliformes fecales son un grupo de bacterias de origen intestinal que indican que el líquido pudo estar en contacto con material fecal. Dentro de este grupo de bacterias se encuentra la bacteria Escherichia coli.
De acuerdo con el director del Instituto Comemorativo Gorgas, Néstor Sosa, estas bacterias causan en humanos, entre otras enfermedades, diarrea y vómitos.
En la muestra recogida en el área de la Tercera Etapa de Las Mañanitas –a la cual abastece la planta potabilizadora de Mañanitas– se detectaron en el agua 92 coliformes fecales. La norma establece que el número debe ser cero.
En tanto, en el corregimiento de Pacora (cuya agua potable se envía desde la planta de Pacora) se encontraron cuatro coliformes fecales en la muestra, mientras que en el área de Altos de Tocumen 3 (a la cual abastece la planta de Cabra) el análisis arrojó dos coliformes fecales por cada 100 mililitros de agua.
También el análisis midió los llamados coliformes totales. En otras palabras: la totalidad de bacterias que se pueden encontrar en el agua.
Según la norma, solo puede haber hasta tres coliformes totales por cada 100 mililitros de agua. En la Tercera Etapa de Las Mañanitas el resultado fue de 60 coliformes totales. Según el estudio, se detectaron 14 coliformes totales en Pacora y 25 coliformes totales en Altos de Tocumen 3.
En las otras cinco plantas, los resultados del estudio dieron dentro de los parámetros establecidos (ver infografía).
¿Qué instituciones deben velar porque los panameños consuman agua potable de calidad?
Según la Resolución 507 del 30 diciembre de 2003, el Ministerio de Salud y la Autoridad de los Servicios Públicos (Asep) son las instituciones públicas responsables de que el agua potable cumpla con los requisitos exigidos para el consumo humano.
El Ministerio de Salud debe pedir al prestador del servicio de distribución de agua el diseño y la implementación de un programa de muestreo y análisis, que a su vez debe ser fiscalizado por la Asep.
Mitzel Villarreal, del departamento de Calidad de Agua del Ministerio de Salud, dijo que ese ministerio toma muestras de agua todos los días. Con esos datos se elaboran informes mensuales sobre la calidad del agua. Este diario solicitó los documentos para conocer los resultados, pero no fueron entregados.
Villarreal minimizó las conclusiones del estudio privado encargado por este diario. Dijo que, a veces, la contaminación del líquido se genera por los problemas de las cañerías de las casas. En ese sentido, explicó que las muestras se deben hacer en más de una vivienda.
Por su parte, la directora de Metas, Margarita Ibáñez, dijo que el Ministerio de Salud está haciendo “todos los esfuerzos para garantizar la calidad del agua”.
El encargado del departamento de agua potable y residual de la Asep, Eurípides Amaya, prefirió no evaluar ni calificar los resultados.
Indicó que pudo haber contaminación durante la toma de la muestra y sembró dudas respecto de la refrigeración y el transporte de la muestra al laboratorio.
A pesar de los resultados, Amaya aseguró que el agua que se consume en la ciudad es de “buena calidad”. El funcionario avisó que la Asep realizará pruebas en las tres áreas en las que se detectaron las bacterias que indican que podría haber algún grado de contaminación.
Según Amaya, los que deben llevar el “peso” del monitoreo de la calidad de agua son los prestadores del servicio y, dependiendo de los resultados que se entregan, la Asep hace una contra muestra.
La norma que rige los parámetros para garantizar que el agua que toman los panameños sea de buena calidad, fue aprobada en 1999. Según Amaya, la Organización Mundial de la Salud recomendó nuevos parámetros que se deben incluir en la regulación panameña.
En el Idaan, encargados de gran parte del proceso de potabilización del agua y distribución, minimizaron el estudio y tampoco examinaron los resultados del análisis. Según ellos, múltiples factores pudieron influir en el estudio. De acuerdo con el protocolo que se sigue en el Idaan, las muestras se deben tomar antes de que el agua ingrese a la propiedad privada, y la cantidad de muestras depende del número de personas que se abastecen del servicio.
Así lo manifestaron el jefe de calidad de agua, Julio Ureña; la asesora de calidad de agua, Catalina Guerra, y el coordinador de plantas potabilizadoras, Rodrigo Barragán.
Los tres funcionarios anticiparon que hoy harán un estudio en los lugares en los que el resultado del estudio encargado por La Prensa detectó bacterias que indican posible contaminación. Agregaron, sin embargo, que la institución periódicamente hace estudios para medir la calidad de agua, que son remitidos a la Asep, como lo exige la norma.