Las irregularidades dentro de las concesiones de la calzada de Amador no han parado de expandirse. Edificios por encima de la altura, rellenos no autorizados, planes de inversión incumplidos y una morosidad que asciende a 26.8 millones de dólares, es el panorama actual de las concesiones en el lugar.
La Prensa realizó el 6 de abril de 2008 un reportaje sobre el estatus de cada contrato en la calzada de Amador, poniendo al descubierto una serie de anomalías que se presentaban en ese momento. Pero en la actualidad, 15 meses después, la situación no ha sido corregida, sino que ha empeorado.
La deuda morosa de los concesionarios de Amador tuvo un incremento de casi siete millones de dólares, los rellenos ilegales continuaron expandiéndose y varios edificios hoy compiten por la mayor altura en el lugar.
El gobierno ha prometido poner la casa en orden y ya intervino en dos de los rellenos en el lugar: el del Grupo F. y Brisas de Amador.
La acción generó que todos los concesionarios se acercaran la semana pasada a las oficinas de Unidad Administrativa de Bienes Revertidos a proponer arreglos de pago. Liriola Pittí, jefa de esta oficina, dijo que no solo se revisará la morosidad, sino el cumplimiento de todos los contratos.
José Carrillo, representante legal del Grupo F., dijo que la empresa está en disposición de llegar a un acuerdo con el gobierno. Abraham Hasky, de Brisas de Amador, aseveró que ha propuesto un arreglo de pago; mientras que el grupo FARM señaló que el saldo moroso por 2 millones de dólares que tiene con el gobierno no es correcto.
Vea Amador, entre morosidad e ilegalidad