Auramek Engineering Inc., empresa venezolana que comenzó operaciones en Panamá para la recolección y tratamiento de desechos peligrosos –incluidos los hospitalarios–, está depositando la carga sin tratamiento alguno en el vertedero de Cerro Patacón.
La empresa, que recoge los desechos hospitalarios de algunos nosocomios privados de la ciudad capital, se promociona en su página web como “ambientalista, segura y confiable” y que cuenta con una planta de tratamiento en La Chorrera, en la que se ofrece la termodestrucción (tratamiento a altas temperaturas para la eliminación de las moléculas contaminantes y olores tóxicos) bajo las normas ambientales vigentes.
Pero la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) ha iniciado una investigación debido a que la empresa tiene en su poder un estudio de impacto ambiental (EIA), de categoría II, que le tomó a la Anam nueve meses en aprobarlo, cuando para este tipo de estudios lo usual es que se realice en un mínimo de cuatro años, según el actual subadministrador de la entidad, Epiménides Díaz.
El funcionario sostiene que ese es el tiempo que tarda en aprobarse un EIA para una empresa que dará tratamiento a materiales altamente contaminantes en un área que esté rodeada de densos bosques, comunidades y escuelas.
Este diario hizo un recorrido perimetral del terreno, en la comunidad La Playita, corregimiento de Playa Leona, en La Chorrera, donde Auramek señala –en su página web– que tiene una planta para tratar los desechos peligrosos. Sin embargo, en el recorrido, este medio no encontró evidencia física de la existencia de ésta o de algún incinerador construido.
Solamente se halló, en ese lugar, a nombre de Auramek, un lote cercado en el que un letrero avisa de la construcción de un proyecto denominado Centro de Servicios Ambientales.
Los moradores del área ya empezaron a quejarse del proyecto. Alcibiades Romero, por ejemplo, asegura que la empresa nunca se ha acercado a la comunidad para informarle de sus intenciones de construir un incinerador para desechos peligrosos cerca de sus casas.
De hecho, alegó, que la comunidad pensaba que se trataba de algún proyecto ecológico, porque el lote tiene un cartel que dice: Proyecto Centro de Servicios Ambientales. “Tienen un terreno enorme, y me pregunto: ¿ellos pretenden acabar con toda la vegetación y los animales que hay en el sitio para levantar una empresa de tóxicos?”.
A Lorena Paz, otra residente, le preocupa la seguridad de los niños, que están acostumbrados a aventurarse por esa zona: “Ellos se meten por todas partes. Caminan por todo esto y quién garantiza que cuando se metan en ese lote no les va a pasar algo malo”.
Evelio Aparicio, también residente del lugar, se pregunta qué hacen allí los camiones de la empresa: “Me llamó la atención que entran unos camiones al lote que dicen en grande ‘Desechos peligrosos”. Asegura que los representantes de la empresa nunca han tocado a su puerta para explicar nada y que ha visto salir del terreno nubes de humo; por ello, pide que se investigue qué es lo que se está quemando.
