El proceso por presunta traición que se le siguió a la activista del Partido Revolucionario Democrático (PRD) Giselle Burillo de Calcagno, aún no está cerrado.
Luego de que el Tribunal de Honor decidiera no expulsarla del partido y archivar el caso en su contra, el fiscal de honor de ese colectivo, Fernando Castillero, dijo ayer que una vez se notifiquen del caso apelará esa decisión.
“En ningún momento a la señora de Calcagno se le han violado sus derechos. Ha sido de suma extrañeza la actitud de los miembros del Tribunal de Honor, que son conocedores de la violación flagrante y pública de los estatutos por parte de esta señora”, dijo. Señaló, además, que este fallo “despierta suspicacias”.
Explicó que presentará ante el Tribunal de Honor, una reconsideración con apelación en subsidio. Eso significa que si el Tribunal se mantiene en su posición, le corresponderá a los nueve miembros del Comité Ejecutivo Nacional y a los 21 miembros de Consejo Directivo Nacional (CDN), tomar la decisión final.
En tanto, un grupo de perredistas aglutinados en el movimiento Halcones de Torrijos, que dirige Anel Bolo Flores, se mostraron ayer indignados por el fallo del tribunal y pidieron a Castillero que presente cuanto antes la apelación del caso.
“Si no se toman las medidas disciplinarias, esto creará un precedente que llevará al partido hacia un estado de anarquía total”, aseguró Flores.
El Tribunal de Honor del PRD le abrió un proceso a de Calcagno, por traición, a raíz de que en las elecciones del 3 de mayo apoyó a un candidato presidencial contrario al de su partido. De Calcagno hizo proselitismo en favor del hoy presidente, Ricardo Martinelli.