En esta era de la economía del conocimiento, los países latinoamericanos se han quedado al rezago en comparación con otras regiones. Para ir cortando distancia, no hay otro camino que la inversión en educación, ciencia y tecnología.
Estas tres áreas serán la clave del desarrollo económico de América Latina, según lo resaltó ayer el periodista argentino Andrés Oppenheimer, en una conferencia magistral en la que presentó su último libro Basta de historias, dedicado al tema educativo y en el que presenta las realidades en países europeos, asiáticos y latinoamericanos.
El libro, del que ya se han vendido 80 mil ejemplares, está basado en los viajes del autor por Finlandia, Singapur, China, Israel e India, y en este compara la calidad de los sistemas educativos de esos países con las naciones latinoamericanas.
Por ejemplo, pudo constatar que hay abismales diferencias en la cantidad de horas de estudio, la calidad de los maestros y profesores y las exigencias de esos sistemas y los nuestros.
“La brecha de horas dedicadas al estudio entre Asia y América Latina debería ser un escándalo nacional en nuestros países, sin embargo hay muy pocos en que el rezago educativo es un tema central de la agenda política”, resaltó.
La tarea no se le puede dejar solo al Gobierno, advirtió, recomendando a la vez a la sociedad en general que comience desde ya a trabajar en la principal asignatura pendiente de nuestros países.
La educación –insistió– es la única que “nos podrá sacar de la mediocridad económica e intelectual en la que vivimos”.
El dirigente empresarial y presidente de la Asociación de Amistad Argentino-Panameña, Enrique Arturo de Obarrio , dijo que no es hora de buscar culpables, sino de “darle el vuelco a este problema”.
Expresó que se debe empezar por ser humildes colectivamente, aprender de las experiencias exitosas, y acometer el reto con responsabilidad”.
